¡Que levante la mano quien quiera un buen helado fresquito este verano! ¿Y si os dijera que podéis incluirlo en vuestra dieta incluso desde el propio desayuno? Seguro que ya estáis dando palmas con las manos.
Según un estudio realizado por la Universidad de Kyorin en Tokio, hacerlo a primera hora de la mañana, nada más levantarnos, podría mejorar nuestro rendimiento mental así como nuestro estado de alerta.
Para conseguir los resultados, el líder del proyecto, Yoshihiko Koga, realizó varios ejercicios mentales con personas a las que se pidió que hicieran este cambio dentro de su habitual rutina de desayuno, y a otros a quienes se les pidió que siguieran con su vida normal.
Según Koga, los que tomaron el helado mostraron una reacción más rápida a los problemas planteados, así como una mejor asimilación de la información que se les presentaba.
También tuvieron tiempo para monitorizar y analizar su actividad cerebral. El equipo de Koga descubrió que quienes tomaban helado presentaban un aumento de las ondas alfa de alta frecuencia, las cuales se ligan a altos niveles de vigilancia y a una baja irritación mental, lo que les permitía estar más despiertos y en alerta, según recoge Alberto Pascual en quo
Para comprobar si era el frío el causante de esta reacción en el cerebro, Koga probó también el mismo experimento pero tomando un buen vaso de agua fría. A pesar de que podría apreciarse un aumento del nivel de alerta, los resultados no eran comparables con los conseguidos con el helado.
Ya en 2005, un estudio realizado por el Instituto de Psiquiatría de Londres confirmó que quienes consumían helado activaban en su cerebro las mismas áreas que cuando uno ganaba mucho dinero o escucha su pieza musical favorita.
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