Es esencial (¿Se recupera con un atracón de cama el sueño que perdemos durante toda la semana?).
Todos sabemos que dormir mal puede tener consecuencias negativas para la salud (Vamping; el mayor enemigo del sueño que influye también en el apetito).
Las personas que habitualmente no descansan las horas necesarias, lo más probable es que noten algunas diferencias respecto a las que sí lo hacen.
Impacto del sueño en la salud
Dormir adecuadamente es fundamental para el funcionamiento óptimo del organismo. La falta crónica de sueño se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar diversas enfermedades:
- Enfermedades cardiovasculares: Dormir menos de siete horas por noche se correlaciona con un mayor riesgo de enfermedad coronaria y eventos cardiovasculares.
- Obesidad: La privación de sueño está vinculada a un aumento del índice de masa corporal (IMC) y al riesgo de obesidad en adultos y niños.
- Diabetes tipo 2: La falta de sueño puede afectar la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina, incrementando el riesgo de diabetes tipo 2.
- Salud mental: Los trastornos del sueño pueden ser tanto causa como síntoma de enfermedades mentales, incluyendo depresión y ansiedad.
Relación entre sueño y sobrepeso
La conexión entre la falta de sueño y el aumento de peso se debe a varios factores:
- Desequilibrio hormonal: La privación de sueño altera las hormonas que regulan el apetito, aumentando la grelina (que estimula el hambre) y disminuyendo la leptina (que induce la saciedad).
- Aumento del apetito: La falta de sueño incrementa el deseo de consumir alimentos ricos en calorías y carbohidratos, lo que puede llevar a una ingesta calórica excesiva.
- Disminución de la actividad física: La fatiga resultante de dormir poco reduce la motivación para realizar ejercicio, disminuyendo el gasto energético diario.
- Alteraciones metabólicas: La privación de sueño afecta negativamente el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina, factores que contribuyen al aumento de peso.
Consejos para mejorar la calidad del sueño
Para promover un sueño reparador y, en consecuencia, mantener un peso saludable, se recomiendan las siguientes prácticas:
- Mantener horarios regulares: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico.
- Crear un ambiente propicio: Dormir en una habitación oscura, silenciosa y con una temperatura adecuada favorece el descanso.
- Limitar el uso de dispositivos electrónicos: Evitar pantallas al menos una hora antes de dormir, ya que la luz azul puede interferir con la producción de melatonina.
- Evitar sustancias estimulantes: Reducir el consumo de cafeína y nicotina, especialmente en las horas previas al sueño.
- Practicar actividad física: El ejercicio regular mejora la calidad del sueño, pero es preferible evitarlo justo antes de acostarse.
DORMIR O ENGORDAR
Pero uno de los efectos negativos más importantes es también uno de los más inesperados: la falta de sueño puede llegar a afectar a tu peso, y hacer que aumentes hasta un kilo por semana.
El motivo es sorprendente y, a la vez, tiene todo el sentido.
Resulta que dormir menos de 7 horas provocará que tengas más hambre durante el día, teniendo como consecuencia un aumento considerable a fin de mes.
«No hay duda que un sueño insuficiente promueve el hambre y causa mayor ingesta de comida durante el día provocando aumento de peso considerable», explicó Eve Van Cauter, directora del Centro del Sueño y Metabolismo de la Universidad de Chicago.
Dormir menos de 7 horas hará que sientas mayores deseos de comer durante el día.
No se ha determinado una cantidad de kilos exacta que puedes llegar a aumentar, pero sí estiman que podría llegar a ser hasta un kilo por semana.
Es un hecho que dormir menos de las 7 horas necesarias provoca un consumo de hasta 300 calorías más por día.
Este aumento de consumo calórico se produce porque que tu organismo necesita mantenerte despierto.
Pero eso no es todo: además, la hormona de la saciedad se ve disminuida, mientras que la llamada Ghrelin, encargada de controlar el hambre, aumenta.
Así que ya sabes: si quieres mantener una figura saludable y un organismo saludable al mismo tiempo, lo mejor que puedes hacer es organizar tus horarios para descansar las horas necesarias.