ACCIDENTES DOMÉSTICOS

Una niña de cuatro años muere en Bilbao atragantada con un fruto seco

Una niña de cuatro años muere en Bilbao atragantada con un fruto seco
Frutos secos EFE

Un niña de 4 años murió el pasado jueves por la tarde, al parecer, al atragantarse con un fruto seco en su vivienda de Bilbao.

Según han confirmado este 5 de octubre de 2019 fuentes del departamento de Seguridad, los hechos ocurrieron durante la tarde del pasado jueves en una vivienda del barrio bilbaíno de Miribilla.

La niña sufrió un atragantamiento mientras comía anacardos y empezó a quedarse sin aire.

Al lugar se trasladó personal sanitario, que trató de reanimar a la pequeña, aunque sus esfuerzos resultaron infructuosos.

Que un niño pueda atragantarse mientras come es una preocupación común en muchos padres.

En el caso concreto de los frutos secos, los pediatras recomiendan retrasar hasta los cinco o seis años su consumo para evitar el riesgo de asfixia.

A veces el cuerpo extraño puede quedar ‘atascado’ en una zona intermedia de los bronquios e inicialmente deja pasar algo de aire. Pero puede ocurrir que se mueva y tape completamente las vías aéreas, o la inflamación que se haya ido produciendo a su alrededor acabe impidiendo el paso del aire», explica.

Si algún familiar es testigo del atragantamiento y el niño no consigue eliminar el cuerpo extraño mediante la tos (que es lo que ocurre en la mayoría de los casos), lo indicado es que se le realice al pequeño una broncoscopia.

Es decir, que se le introduzca un pequeño tubo flexible por la laringe para ver y extraer el trozo de fruto seco que se haya podido quedar ‘atascado’ en el bronquio con riesgo de asfixia.

Los signos que presenta cada niño dependen del tamaño del cuerpo extraño, de su localización, su naturaleza, el grado de obstrucción que produce y el tiempo que permanece en el sistema respiratorio, entre otros factores.

Algunos niños pueden pasar días o incluso meses sin síntomas, lo que dificulta más el diagnóstico porque los padres no relacionan el problema con algún fruto seco que comió días atrás.

Salvo que el objeto tragado por el niño sea metálico (o bien un hueso, por ejemplo), la radiografía no permite ver si hay un fruto seco alojado en el pulmón, porque no son radiolucentes [no se aprecian en la imagen radiológica].

Sin embargo, esta prueba sí puede mostrar de manera indirecta qué ha ocurrido, por ejemplo, en el sitio donde está alojado el fruto seco al aire le costará salir del pulmón.

Según los pediatras españoles, entre el 60% y el 80% de los atragantamientos se producen por culpa de los frutos secos, encabezados por los cacahuetes (que causan casi la mitad de los accidentes).

Y pese a que las estadísticas sobre mortalidad infantil por atragantamiento y asfixia han descendido significativamente en las últimas décadas, el ahogamiento por un cuerpo extraño representa nada menos que el 40% de las muertes en menores de un año.

Los niños de uno a cuatro años son los que presentan mayor riesgo y, como alertan los especialistas, a menudo, son los propios familiares quienes les dan estos alimentos desconocedores de sus riesgos.

En niños mayores de 11 años, los atragantamientos se producen mayoritariamente por objetos inorgánicos.

En el caso de objetos extraños no alimentarios, el 29% de las muertes por aspiración lo son por globos.

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