Los alimentos naturales deberían ser todo lo contrario a uno procesado. Sin embargo, en varias ocasiones la palabra "natural" se usa de manera incorrecta con fines comerciales

Estos son los 5 alimentos que te venden como naturales, pero no lo son

Estos son los 5 alimentos que te venden como naturales, pero no lo son

Toma nota. Un reclamo con aspecto de saludable. Dice la Real Academia de la Lengua Española (RAE) en su diccionario que natural es aquello que «está hecho con verdad, sin artificio, mezcla ni composición alguna», «que se produce por las fuerzas de la naturaleza». Sin embargo, la palabra «natural» puede leerse en muchos de los productos que pueblan las estanterías de los supermercados. Después de leer el diccionario de la RAE parece complicado que los artículos de estos establecimientos se ajusten a su definición, según recoge el autor original de este artículo El Español y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.

Al fijarnos en uno de estos productos, lo asociamos rápidamente con el hecho de que deben ser saludables. Si procede de la naturaleza será que es bueno para nosotros. En algunos casos, el adjetivo no engaña: el tomate natural, aunque no se encuentre troceado ni con conservantes en la huerta; el café natural, porque aunque está molido no tiene otros ingredientes; o las legumbres de bote, aunque estén cocidas.

De todas formas, la polémica denominación no sólo se utiliza en estos casos. También aparece en otros productos muy elaborados y con ingredientes que no son sanos. En este caso, la palabra natural se estaría empleando como un reclamo fraudulento para hacer pensar al consumidor que tiene un plus de calidad y que es saludable. Aquí se explican algunos de ellos.

El pan de molde
Algunos panes de molde del supermercado se ofertan como naturales por el hecho de no contener conservantes ni aditivos entre sus ingredientes. Sin embargo, su lista de ingredientes no es mucho mejor que el pan de molde «artificial». Los conservantes y los aditivos, aunque no gozan de la mejor fama, son seguros para la salud humana.

Lo que no es recomendable, según los expertos, es abusar de productos con harinas y aceites refinados y azúcares. Los panes de molde «naturales» llevan estos dos productos. Pero no sólo no es un alimento saludable, el pan de molde lleva un proceso de elaboración industrial que no puede ser calificado de natural.

El queso crema
Aunque algunos de estos lácteos lleven por bandera ser naturales, en realidad son producto de un proceso industrial. El queso crema se ha promocionado como un producto saludable y apto para los regímenes de adelgazamiento. Sin embargo, los expertos apuntan a que los lácteos no son imprescindibles para la dieta, contienen grasas saturadas y los procesados pueden abusar de la sal.

Pero, además, algunos de los quesos crema «naturales» más conocidos contienen ingredientes que son utilizados en los procesados como estabilizantes y conservadores.

El paté
Otro producto que normalmente se anuncia como natural es el paté. Esa pasta sospechosa con la que untábamos los sándwiches de nuestra infancia. Pues bien, probablemente, estas latas alberguen el contenido menos natural del mundo. Es cierto que hay muchos tipos de paté y algunos tienen una mayor calidad. Sin embargo, los más populares son los peores. Concretamente, la lista de ingredientes de este paté de anchoas puede hacernos levantar las cejas de incredulidad.

Más de la mitad está formada por crema de patata y tapioca con leche y el resto de perlas son ingredientes como la pasta de anchoas o la crema de arroz. Descubrir la composición de este producto nos hace pensar en qué narices es el paté y por qué se parece tan poco a la idea que teníamos en la cabeza sobre él.

El embutido
Chorizo, jamón serrano, cocido, lacón, pavo… Podemos encontrar en el supermercado multitud de estos productos en los que la palabra «natural» aparece estampada. Se trata de algo chocante si nos fijamos en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere al embutido como «carne procesada», un adjetivo que es un antónimo de natural.

Por mucho que se eliminen conservantes y otros productos, los embutidos llevan implícito un proceso. Además, la OMS ha relacionado su consumo habitual con la aparición de ciertos tipos de cáncer.

Los sobaos
Algunos de estos productos de bollería se amparan en el hecho de ser tradicionales para sugerir que son naturales. Hacen gala de haber utilizado mantequillas naturales que, sin embargo, siguen siendo un tipo de grasa animal con una gran proporción de grasas saturadas y, por tanto, no muy saludables.

Además, lejos de ser una receta típica y artesanal, en la lista de ingredientes de estos sobaos se pueden leer componentes tales como el jarabe de glucosa, de fructosa y dextrosa, aromas, colorantes y gasificantes. Es decir, por mucho que la mantequilla sea natural, el resto del producto es un perfecto procesado.

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