Almacenar, guardar, codificar, retener y posteriormente recordar

Dieta: 5 alimentos para mejorar tu memoria y concentración

Prevenir o retrasar posibles procesos degenerativos como el alzheimer

Dieta: 5 alimentos para mejorar tu memoria y concentración
Aguacate. PD

La memoria es la habilidad o la capacidad que tiene nuestro cerebro para almacenar, guardar, codificar, retener y posteriormente recordar datos o información sobre nuestras experiencias.

Dar los cuidados adecuados a nuestro cerebro, además de garantizar su buen funcionamiento, nos ayudará a tener en forma la memoria e incluso a prevenir o retrasar posibles procesos degenerativos como el alzheimer.

Ventajas de mejorar la memoria:

  • Mejora la comprensión de lecturas.
  • Es importante tener buena memoria porque mejora e incremente la creatividad.
  • Mejora y adecua el funcionamiento de memoria a corto plazo, es decir recuerdas con facilidad lo que hiciste en un día.
  • Mejora y adecua el funcionamiento de memoria a largo plazo, es decir recuerdas con mayor facilidad las experiencias que has vivido a lo largo de tu vida.
  • Es bueno tener buena memoria porque mejora la habilidad de resolver problemas.
  • Mejora la autoestima.
  • Reduce el nivel de estrés.

Aquí tienes algunos alimentos imprescindibles para dar de comer al cerebro y garantizar una memoria de elefante.

1. una onza de chocolate negro diaria
El chocolate puede ser casi una medicina para las personas olvidadizas por sus antioxidantes, sobre todo sus flavonoides. Pero no vale cualquiera: si contiene demasiadas grasas saturadas o azúcares añadidos, los efectos perniciosos son mayores que los beneficios. Dicho esto, fíjate en la etiqueta… Opta por el que tenga un alto porcentaje de sólidos de cacao; no de manteca de cacao, que se denomina también aceite de theobroma y se elabora con la grasa que envuelve las pepitas. Tiene mucho sabor, pero pocos flavonoides. Si no ves esta diferencia en el envoltorio, sospecha si tiene muchas grasas. El azúcar tampoco debería ser el componente mayoritario. De hecho, es preferible que busques el chocolate que no lleve azúcares añadidos ni saborizantes que encubran su amargor.

2. Sin líquidos, tu mente se hace pequeña
El cerebro, como los músculos y los riñones, contiene más concentración de agua que el resto del cuerpo. En los meses fríos bebemos menos líquidos. Y aunque es lógico, por aquello de que no sudamos, hay que tener en cuenta que las calefacciones pueden «resecarnos» por dentro y por fuera. Nuestro cuerpo es, en un 70%, agua. Y lo mismo ocurre con nuestro cerebro, en donde el elemento predominante es también el líquido. Por eso, cuando no tomas todo el que necesita, te encuentras más irritable, te duele la cabeza, te vuelves más lento de reflejos y te acuerdas peor de las cosas. Dicen muchos estudiosos que eso, ir más lentos al pensar, recordar o decidir, ocurre ya con una deshidratación leve, de tan solo un 2%. Es muy probable que al despertar no sientas hambre y, en cambio, sí ganas de beber. La razón: Son muchas las investigaciones que han demostrado que el hambre no está en su pico máximo al despertar. Y, pese a ello, es probable que lo primero que hagas sea comer… no beber. Curiosamente, los fines de semana sí tenemos más ganas de desayunar. Lo que ocurre es que esos días asociamos ese momento al tiempo libre y al bienestar. Estas sensaciones están gobernadas por la mente; y no siempre que te apetece llevarte algo a la boca tienes hambre. Fíjate bien en el truco del recuadro inferior.

3. Por qué confundimos la sed… con el hambre
Estamos expuestos a tantos estímulos de comida que nuestro cerebro «se despista».

  • La razón: los centros del hambre y de la sed se encuentran en nuestro cerebro y están controlados por la misma zona, el hipotálamo. Por ese motivo a veces ambas sensaciones se confunden.
  • El efecto: Si no bebes lo suficiente tendrás «picos» de hambre. Además, también notarás cansancio y… ¡cuidado!, porque eso te llevará a pensar que comiendo se te pasará la debilidad.
  • Si bebes 6 vasos de agua a lo largo del día, lo estás haciendo bien
  • El truco: Para identificar lo que realmente sientes, bebe y espera 10 minutos. Si el hambre desaparece, tu cuerpo pedía líquidos, no comida (era «falso» apetito). Si no han pasado más de 4 horas desde la comida y notas cierta ansiedad, lo que tendrás será sed.

Estas son otras formas de hidratarte en invierno, que además aportan alimento para tu cerebro. El agua fresca es la mejor opción para hidratarse, pero también estas otras bebidas. Son sanas y bajas en calorías.

  • Tomillo. Contiene una sustancia, llamada apigenina, que fortalece las conexiones entre las neuronas, algo fundamental para mantener el cerebro joven.
  • Menta o romero. El romero ayuda a tener mejor concentración y, según algunos estudios, la menta mejora la memoria a largo plazo y el estado de alerta.
  • Manzanilla o salvia. La primera contiene apigenina (como el tomillo); y la segunda influye en procesos que mejoran todas las funciones neurológicas.

Los zumos más «inteligentes»

  • Pera + espinacas + kiwi + jengibre. Te beneficia por la fibra que aporta (reduce la absorción de los azúcares) y por sus compuestos antioxidantes.
  • Uvas negras + granada + naranja. La buena memoria está asegurada tomando esta mezcla a diario. Es rica en polifenoles, vitamina C y ácido fólico.
  • Arándanos + limón + manzana. Siempre que sea posible, usa la manzana roja con piel (mejor si es ecológica). Así aporta ácidos orgánicos antioxidantes.

4. Todo el omega 3 que precisa tu CEREBRO
La mayoría de investigaciones coinciden: los omega 3 son «el alimento» del cerebro. Tan maravilloso es que ha demostrado tener beneficios anti-inflamatorios y también anti-placas de amiloide y anti-tau.

Eso, según los científicos, significa que podría contribuir a prevenir ciertos casos de alzhéimer.
Un estudio publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease confirma, además, que el cerebro de los pacientes con altos niveles de omega 3 recibe más sangre, lo cual mejora su rendimiento y aleja su deterioro.

5. el aguacate y las semillas de calabaza
Tanto uno como las otras son considerados súper alimentos para el cerebro. ¡Tómalos a diario!

Si compras una calabaza, no deseches sus semillas. Déjalas secar y añádelas a purés o yogures (puedes tostarlas ligeramente).

Un aguacate mediano al día logra que el cerebro siempre disponga de luteína (también buena para los ojos), que lo mejora. Ralla el hueso para aprovechar sus compuestos químicos.

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