En una dieta que controle las grasas y calorías, los beneficios incluyen un descenso del peor colesterol y un aumento de un antioxidante

¿Qué le pasa a tu organismo si te comes un aguacate todos los días?

¿Qué le pasa a tu organismo si te comes un aguacate todos los días?
¿Qué le pasa a tu organismo si te comes un aguacate todos los días? RS

Toma nota. «Si comes aguacate todos los días, engordas», reza la sabiduría nutricional popular. En realidad, como abordamos en una ocasión anterior, todo depende del cómputo calórico de nuestra dieta diaria: una pieza tendría 250 calorías de las 2.000 que se recomienda consumir al día, por lo que si lo tomamos como principal sustituyendo, por ejemplo, la carne, obtendremos grasas de un perfil más saludable sin ganar peso -o incluso perdiéndolo, si usamos este fruto para reemplazar los carbohidratos, según recoge el autor original de este artículo El Español y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.

Precisamente ese aporte de grasas cardiosaludables puede ayudar contra uno de los perjucios del sobrepeso: el ‘colesterol malo’, el LDL (siglas de ‘Lipoproteínas de Baja Densidad’ en inglés) que se depositan en las paredes de las arterias. Un estudio aleatorio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Pennsilvania (EEUU) y publicado en el Journal of Nutrition que un aguacate diario facilita que los niveles de LDL desciendan en personas obesas.

«Lo que hemos podido demostrar es que, mediante la incorporación del aguacate a la dieta diaria, los pacientes ven descender la concentración de partículas LDL pequeñas y densas», explica la profesora Penny Kris-Etherton, una de las autoras. En esas condiciones, el LDL forma placas arteriales que pueden obstaculizar el flujo sanguíneo y provocar infartos. «Las personas en riesgo podrían plantearse añadir el aguacate como alternativa saludable, por ejemplo como tostadas de pan de grano entero o como pasta para mojar verduras crudas».

Las partículas LDL eliminadas por la dieta empleada en el trabajo habían sufrido un proceso de oxidación. Y al igual que la oxidación estropea la comida -como las manzanas o las patatas que se vuelven marrones cuando se cortan y pelan, y se dejan al aire-, este fenómeno tampoco es saludable para el organismo, según explican los autores.

«Hay muchos estudios que apuntan a la oxidación como la base de enfermedades como el cáncer y las dolencias cardiovasculares», subraya Kris-Etherton. «Lo que sabemos es que, cuando las partículas de LDL se oxidan, arranca una reacción en cadena que puede dar lugar a la aterosclerosis o acumulación de placa arterial. Si puedes protegerte de la oxidación mediante las comidas que tomas, es un beneficio a tener en cuenta».

Una dieta controlada
Para llegar a esta conclusión, se reclutó a 45 participantes adultos que padecían obesidad o sobrepeso. En el primer paso del estudio, todos ellos siguieron durante dos semanas una dieta que simulase ser la habitual para un estadounidense, es decir, la ‘dieta occidental’. De este modo, se aseguraron de que partían de una misma base antes de separarles en tres grupos diferentes.

Durante las cinco semanas siguientes, cada uno de los sujetos siguió una de estas dietas: una baja en grasas, una medianamente grasa y finalmente otra medianamente grasa que además incluía un aguacate diario. Los del segundo grupo recibieron además suplementos nutricionales para igualar los aportes de ácidos grasos monoinstaturados saludables que estaban recibiendo los del tercero gracias al aguacate.

Cumplidas las cinco semanas, los participantes de la dieta del aguacate mostraron tener niveles «significativamente» menores de colesterol LDL oxidado en comparación tanto con los miembros de los dos otros grupos como con ellos mismos antes de empezar el ensayo. También vieron aumentar sus niveles de un antioxidante, la luteína.

«Cuando pienses en el ‘colesterol malo’, imagina que viene empaquetado en partículas LDL. No hay LDL bueno, pero las partículas de LDL pequeñas y densas son especialmente malas», explica Kris-Etherton. «Uno de nuestros hallazgos clave fue descubrir que las personas con la dieta del aguacate tenían menos de estas partículas oxidadas. Y tenían más luteína, que puede ser el factor bioactivo que proteja al colesterol de la oxidación».

Los autores añaden que, al tener la dieta moderada en grasas pero sin aguacate los mismos ácidos grasos monoinsaturados que se encuentran en este vegetal, hay que asumir que posee otros elementos bioactivos que contribuyan a los beneficios de la dieta del aguacate.

«La investigación nutricional sobre los aguacates es una área relativamente nueva de estudio, y creo que estamos en la punta del iceberg de cuánto podemos saber de sus beneficios para la salud», afirma la profesora. «Son muy ricos en grasas saludables, carotenoides -importantes para la salud ocular- y otros nutrientes. Un paquete densamente nutricional sobre el que nos queda mucho por aprender».

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