“Desde hace unos años, se ha generalizado el consumo de postres, también llamados comúnmente turrones, recubiertos de chocolate y rellenos de un sinfín de sabores que, aunque son muy atractivos, no son saludables”, advierte el especialista del Hospital HM Sanchinarro.
Más allá de fijarnos en las calorías y la cantidad de azúcar, López-Nava recomienda que optemos por dulces fabricados con materias primas de calidad y evitemos determinadas grasas. Por ejemplo, actualmente hay polvorones de harina integral y aceite de oliva muy conseguidos. Es mejor comer poca cantidad y de buena calidad.
El experto en obesidad reconoce que “no hay ningún problema en tomar un dulce, cuanto más casero mejor, de manera ocasional. El problema que encontramos en Navidad es el número de celebraciones que se aglutinan en un corto espacio de tiempo. Nuestro cuerpo recibe grandes cantidades de comida en pocos días y, como no es capaz de quemar todo ese exceso, acabamos engordando”.
¿Qué postres se pueden preparar como alternativa?
Según López-Nava, “existen alternativas a los dulces típicos navideños, como las macedonias de fruta fresca (pero sin añadir almíbar), los sorbetes y compotas de fruta, los frutos secos y, si somos cocinillas, podemos preparar nuestros propios polvorones o roscones en casa variando las cantidades de azúcar”, según cd.
Ramo sugiere como postre en nuestra comida o cena de Navidad un plato igual de sabroso, pero más ligero en calorías y saludable. Para ello, acertaríamos con:
Una receta casera a base de frutas: brochetas con mini pepitas de chocolate negro; macedonia de frutas en jugo de piña o naranja; sorbete con frutas congeladas de la temporada, como mandarinas o kiwis; carpaccio de variado de frutas en rodajas finitas que dan un toque muy colorido y apetecible.
Postres caseros tradicionales: flan de huevo, natillas, pudin o roscón tradicional sin relleno, que permiten, si así se desea, sustituir el azúcar por edulcorante líquido o estevia, utilizar leche desnatada en lugar de entera y harina integral en vez de refinada.
Montaditos originales a base de avellanas trituradas, dátiles u orejones y usarlo como base de un postre, evitando la galleta, y añadiendo yogur desnatado o queso batido y fruta (fresas, arándanos, etc.).
Turrones elaborados en casa, como opción para quienes no pueden renunciar a este manjar navideño. Son más sencillos, sanos y naturales que los comprados. Se elaboran con frutos secos naturales o tostados, arándanos deshidratados y chocolate negro.
Es posible hacer un roscón de Reyes casero saludable
“El roscón es quizá el postre navideño que menos calorías tiene si no se le añade nata ni ningún otro relleno. Se puede conseguir una versión saludable utilizando harina integral, reduciendo el azúcar o sustituyéndolo por otros edulcorantes como la estevia natural”, indica López-Nava.
Al respecto, la nutricionista del IMEO señala que, como la mayoría de las calorías del roscón proviene del relleno (nata, crema, trufa, chocolate…), se puede prescindir de él o rellenar con queso fresco batido una vez terminado. Los ingredientes de la receta del roscón de Reyes saludable serían: harina de avena, huevos, leche desnatada, levadura fresca prensada, aceite de oliva virgen extra, pizca de sal, agua de azahar, jengibre, ralladura de naranja y limón. Para endulzar se pueden usar dátiles o plátano, y para adornar, almendras laminadas crudas y rodajas de naranja.
Azúcares y grasas de tu bandeja de dulces navideños
“Para las personas golosas y que tienen dificultades para autorregularse, es decir, la mayoría de los humanos, dejar la bandeja de dulces a la vista entre celebración y celebración es un gran error porque va a ser muy difícil evitar el picoteo. Un solo polvorón aporta unas 180 calorías y más de 10 gramos de azúcar y el problema es que no nos contentamos con uno solo, así que lo mejor es guardar la bandeja hasta la siguiente fiesta y permitir a nuestro cuerpo recuperarse de los excesos durante esos días”.
