20 HÁBITOS PARA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Comer el 75% de los alimentos diarios vegetales

Comer el 75% de los alimentos diarios vegetales
Verduras con más vitaminas. PD

Cuando incrementamos nuestra dieta en vegetales y frutas estamos recibiendo un gran aporte en sustancias que son necesarias para mantener el cuerpo en estado sano y fuerte.

Esta quizás sea la primera de las razones para elegir una mayoría de estos alimentos en nuestra dieta diaria.

Está muy demostrada la eficacia de tomar vegetales como preventivo de ciertas enfermedades y como ayuda para reducir los riesgos de padecer otras (diabetes, obesidad, cáncer, Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, estreñimiento, etc.)

Estos productos deben ser ecológicos por las razones expuestas en el punto anterior y, en especial, porque los suelos de cultivo hoy día están muy empobrecidos por la sobreexplotación y la agricultura de invernadero, y por eso los vegetales carecen de parte de sus nutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos y fitonutrientes) y por tanto, al consumirlos, también tenemos carencia de ellos.

Otro factor importante para aumentar la ingesta de los vegetales es procurar mantener un pH lo más alcalino posible para potenciar la salud, incrementar la nutrición de nuestras células, fortalecer el sistema inmunitario, y proporcionarnos vitalidad y energía.

En nuestra sociedad, la dieta que se sigue mayoritariamente es muy acidificante y esto es uno de los factores de incremento de enfermedades, no solamente orgánicas, sino también de malestar psicológico; el abuso de productos animales y procesados y la carencia de otros (por ejemplo, el omega-3 y 6 en su correcta proporción) está relacionado con conductas antisociales, agresivas, hiperactividad y otro tipo de desórdenes.

Incorporar una dieta muy rica en vegetales, variada y debidamente equilibrada, aportará los nutriente necesarios para tener una buena salud. Existe la preocupación de una ingesta insuficiente de proteínas cuando, aun en dietas vegetarianas completas, las proteínas se obtienen de fuentes como las legumbres, los cereales, los frutos secos, las semillas y sus variedades (tofú, tempehy seitán).

Haciendo una buena combinación de estos productos se obtendrán con facilidad las cantidades necesarias de aminoácidos para generar una buena proteína.

Otro aspecto importante es desintoxicar el cuerpo para encontrarnos más ligeros y llenos de energía.

La mayor parte de los residuos tóxicos encontrados en el organismo proviene de la contaminación de carnes rojas, pescados y productos lácteos.

El pescado, en concreto, contiene elementos tan tóxicos como el DDT y los PCBs, metales pesados como mercurio, arsénico, plomo y cadmio, que no son eliminados en el proceso de cocción.

La carne y los productos lácteos pueden contener hormonas, antibióticos y esteroides entre otros.

Este tipo de alimentación hace que se deba tomar interés por adquirir conocimientos nutricionales e ir cambiando nuestros hábitos ante la evidencia de que una respuesta saludable por parte de nuestro organismo es posible.

Somos omnívoros pero tenemos la posibilidad de elegir nuestra dieta y conseguir nuestros nutrientes de diferentes fuentes; prescindir de los productos de origen animal es una posibilidad que nos da nuestra propia naturaleza.

Cuando comparamos la anatomía entre especies podemos observar que tenemos más parecido con los animales frugívoros, y cuanto más próxima esté nuestra alimentación a nuestro diseño fisiológico, menos problemas aparecerán para el sistema digestivo y depurativo.

Esto no quiere decir que no podamos consumir otro tipo de alimentos, pero tenemos que entender que entonces se estará haciendo un esfuerzo y que esto podrá ocasionar malestar y desorden.

Este tema es muy controvertido y entran en juego múltiples variables sociales y culturales, pero lo que es indudable es que, una alimentación más rica en vege- tales, haría que la población fuese más sana y las tasas de enfermedad posiblemente fuesen también más bajas.

Actualmente ya se está comenzando (aunque de forma muy escasa) con protocolos de alimentación encaminados a que la población tome conciencia de los efectos nocivos del abuso de ciertos alimentos, en su mayoría de origen animal y procesados.

Al reducir el consumo de carne y pescado también estamos reduciendo el sufrimiento animal y contribuyendo al cuidado del medio ambiente; con el alimento y agua que necesita un animal se pueden alimentar muchas personas, además de la deforestación necesaria para su crianza y de los residuos que generan un metano altamente contaminante.

Indudablemente, una dieta rica en vegetales es más económica que los alimentos procesados, la carne, el pescado, etc.

Hagamos la apuesta de tomar diariamente aproximadamente el 75% de nuestros alimentos de origen vegetal, a ver qué sucede…

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