Hay muchos mitos en cuanto a las propiedades de la gelatina para la salud, pero lo cierto es que es muy diferente a cómo era antes. Se han convertido en una fuente de azúcares y edulcorantes, nada aconsejables para la salud, muy lejos de ser rica en proteínas, tal y como era hace tiempo.
Antiguamente, la gelatina sí era pura proteína y mucha gente sigue consumiéndola pensando que contiene muchísimas proteínas, cuando ya, salvo alguna excepción, no es así.
Si se lee la etiqueta de un vaso de gelatina del supermercado se puede comprobar que no solo tiene poca proteína, además contienen hasta unos 13 gramos puros de azúcar o edulcorante, lo equivalente a tres terrones y medio.
«Adiós a hincharse de gelatina hasta que os duela la tripa porque la que venden ahora es una mentira tan grande que, sinceramente, no sé ni cómo desmitificarla», denuncia la dietista-nutricionista Virgina Gómez, más conocida como ‘dietista enfurecida’ en ‘Claves sobre alimentación para que no te dejes engañar’.
La Fundación Española de Nutrición señala en este sentido que la gelatina es una sustancia blanda, transparente y brillante de origen animal. «Se obtiene a partir de cocer ciertas partes de los animales como son la piel, los huesos y otros tejidos animales. Esta pues formada por proteínas aunque su valor nutritivo es incompleto ya que carece de ciertos aminoácidos esenciales», advierte.
