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Cuando hablamos de leche, normalmente se tiende a pensar en la de vaca, mientras que la de cabra la asociamos a la elaboración de otros derivados lácteos como los quesos.
Según los datos de la Fundación Española de Nutrición, más de la mitad de la población mundial consume leche de cabra, y algunos países asiáticos supera a la de vaca.
La composición nutricional de la leche de cabra es muy parecida a la de vaca, cuantitativamente. Tiene 66 calorías por ración de 100 g, mientras que la leche de vaca 67.
Proteínas tienen 3.4 por cada 100 g la de cabra frente a 3.3 la de vaca. Sin embargo cualitativamente, son distintas, (en tipo de grasas, proteínas, menos lactosa).
Rica en vitamina A
La leche de cabra destaca, además de por sus grandes propiedades nutritivas, por ser más digestiva que la vaca. Por lo que es un alimento recomendado para quienes sufren problemas de estómago ya que su tolerancia es mayor.
Otra de sus cualidades es su alto contenido en proteínas de buena calidad, lo que favorece al desarrollo del sistema muscular y el correcto funcionamiento del organismo.
Además contiene calcio lo que contribuye a mantener sanos huesos y dientes. Y es rica en vitamina A, que combate los síntomas de oxidación.