En las últimas décadas, el estudio de la macrobiota ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia debido a la gran cantidad de funciones que se ha demostrado que realiza. Entre ellas, programar el sistema inmunológico, generar vitaminas o favorecer que el intestino se encuentre saludable. Y es aquí donde entran en escena las bifidobacterias, un biomarcador de un intestino sano.
¿Qué son las bifidobacterias?
Las bifidobacterias son uno de los géneros bacterianos que más importancia tienen dentro de la macrobiota intestinal. Son microorganismos anaerobios que solamente crecen en presencia de oxígeno y, junto con los lactobacilos, son muy beneficiosas para nuestra salud, sobre todo durante la infancia.
Son habitantes naturales del ecosistema de nuestro intestino, donde llevan a cabo distintas funciones que les han valido la fama de ser grande aliadas para la salud. Pero también pueden estar presentes en la boca, como parte de la microbiota oral, y en la leche materna. Siendo en los primeros tres años de vida una ventana de oportunidad clave para la colonización bacteriana de los bebés, ayudándoles a mejorar su sistema inmunológico y a madurar su intestino.
¿Cuáles son los beneficios de las bifidobacterias?
Nuestra macrobiota juega un papel fundamental en la homestoasis de nuestro organismo. Y es que cada uno de los microorganismos que la forman y, especialmente, cada cepa bacteriana cuenta con unas propiedades específicas:
- Poseen capacidad de modulación del sistema inmunológico, contribuyendo a mejorar la respuesta tanto innata como adaptativa. Gracias a ello, pueden favorecer la integridad de la barrera intestinal, evitando que se produzca la hipermeabilidad.
- Nos protegen frente a la exposición a genotóxidos, que son sustancias perjudiciales para el DN. Pero además, ayudan en la detoxificación.
- Ayudan a realizar la digestión de determinados alimentos que son más complicados de digerir, aportando nutrientes esenciales y generando sustancias beneficiosas, como algunas vitaminas del Grupo B, entre las que destaca el folato, especialmente importante durante el embarazo. Todo ello hace que nuestro organismo se encuentre en un estado de salud óptimo.
- Favorecen la motilidad y ayudan a mejorar el tránsito intestinal.
- Crean ácidos grados de cadena corta, lo que tiene un impacto muy positivo tanto en la salud intestinal como extraintestinal.
¿Qué hacer si me faltan Bifidobacterias?
Algunas de las funciones beneficiosas que llevan a cabo la macrobiota y las bifidobacterias únicamente pueden ser desempeñadas por los microorganismos intestinales cuando su población está en eubiosis, es decir, en equilibrio. Si el equilibrio se rompe, aparecerá la disbiosis, que tiene efectos negativos tanto para nuestra salud actual como futura.
La cuestión es que un bajo nivel de bifidobacterias puede ser especialmente grave en los niños, dando lugar a problemas como el enterocolitis necrotizante, el cólico del lactante, el asma o las alergias. Y en el peor de los casos puede derivar en trastornos de neuordesarrollo.
Pero además, diversos estudios han demostrado que en la adolescencia y en la etapa adulta una baja presencia de bifidobacterias puede ocasionar, diabetes, obesidad e, incluso, el Síndrome de Intestino Irritable. Y en la vejez existen más riesgos de sufrir neoplasias.
En estos casos, es recomendable la suplementación probiótica mediante productos como Bromatech, que puedes adquirir en IamNatural.it, muy útil en el tratamiento de patologías intestinales como la disbiosis, la hinchazón y el colon irritable. Limpiando y eliminando las bacterias perjudiciales y favoreciendo la proliferación de aquellas que son más beneficiosas.
