En 2008, el 'hombre-pájaro' sí consiguió un reto similar, el de cruzar el Canal de la Mancha
El reto acabó en fracaso. Yves Rossy fue elevado a 2.200 metros de altitud por una avioneta desde España y lanzado al vacío. Pretendía alcanzar las costas de Marruecos volando gracias a unas alas adheridas a su espalda y cuatro motores a propulsión.
Tras varios minutos de vuelo se encontró con fuertes turbulencias y un problema mecánico. Empezó a descender a una velocidad de 300 km/h. Antes de estrellarse soltó el aparato y abrió el paracaídas.
Yves Rossy:
«El mar venía muy rápido. Inestable, a esta altura, no había otra opción. Así que tiré mis alas y abrí el paracaídas».
El piloto suizo estuvo en el aire durante 15 minutos. Destacó que el paisaje de las nubes era «muy bello», pero le desorientaba.
«Me encanta volar y volar de esta manera es sentir la libertad. Las emociones son tan fuertes que te vuelves adicto.»
Este no es el primer viaje del ‘hombre-pájaro’. En 2008 consiguió cruzar el Canal de la Mancha entre Calais (norte de Francia) y Dover (sureste del Reino Unido).