Los coches que se conducen solos ya no son exclusivos del cine. Todavía no están por nuestras calles, pero quizá lo estén antes de lo que nos imaginamos. Si no te lo crees mira el vídeo que aparece en la parte derecha de este artículo.
Verás un prototipo de coche autónomo realizado por la Universidad de Stanford y Volkswagen. El vehículo es capaz de aparcar en un espacio reducido girando bruscamente y a gran velocidad al más puro estilo James Bond. El coche se para en el lugar exacto y sin que nadie toque el volante.
Los responsables de este proyecto ya demostraron su potencial en 2007. Entonces ganaron el segundo puesto de la competición por vehículos autónomos llamada DARPA Grand Challenge.
En el vídeo Stanford’s Autonomous Car Gets A Workout puedes ver otra demostración. Esta vez de un Audi conduciendo a través del campo.