"El cerebro de una de las niñas está grabando las señales del campo visual de la otra"
El caso de Tatiana y Krista es uno de los más increíbles que se han visto en la historia de la medicina. Estas dos niñas canadienses nacieron unidas por la cabeza pero lo más asombroso del asunto es que sus cerebros están unidos y comparten sentimientos, pensamientos e incluso sentidos, según publica el medio de comunicación canadiense Macleans—A piece of their mind—
Según los doctores que se ocuparon del embarazo de su madre, la probabilidad de sobrevivir de ambas niñas en el parto era prácticamente nula. Ahora, Tatiana y Krista tienen 4 años y son dos niñas sanas. Pero ellas no son unas siamesas comunes.
Además de estar unidas por la cabeza, las pequeñas comparten una parte del cerebro que procesa y envía información sensorial hacia otras zonas.
Existen evidencias para pensar que ellas pueden ver a través de los ojos de la otra e incluso compartir pensamientos, pero cada una sigue teniendo su propia personalidad. Y esto es algo que nunca se ha visto en medicina.
El doctor Douglas Cochrane, el neurocirujano que siempre se ha ocupado de ellas, concluyó tras unos estudios realizados a las niñas:
«El cerebro de una de las niñas está grabando las señales del campo visual de la otra. Puede estar viendo lo que su siamesa está viendo.»
Louise McKay, la abuela de las niñas, afirma: “Comparten sus pensamientos, también. Nadie está diciendo nada, y Tati abre la boca y dice ‘¡Para!’ y le da un golpe a su hermana.” Además, la familia relata cómo una de las niñas coge alguna cosa que su hermana está mirando aunque esté fuera de su campo de visión.
Mientras Tatiana y Krista acaparan la atención de la comunidad científica internacional, su familia se pregunta cómo podrán tener una vida adulta completa si no son separadas.
