Todo se reduce a que quemamos un 50% menos calorías diarias que otros mamíferos

Edad: ¿Sabes cual es el secreto ‘inconfesable’ de la longevidad humana?

Tenemos un metabolismo tan lento que necesitaríamos correr un maratón diario para quemar lo mismo que otros mamíferos

Edad, vejez, longevidad, jubilación, pensiones
Edad, vejez y enfermedad. PD

La longevidad en los animales varía ampliamente dependiendo de la especie.

Unos viven solo unos pocos días o semanas, mientras que otros pueden vivir décadas o incluso siglos.

Algunos de los animales más longevos conocidos incluyen:

  1. Tortugas gigantes: Las tortugas gigantes de las Galápagos son conocidas por vivir mucho tiempo. Algunas de estas tortugas han alcanzado edades de más de 100 años, e incluso se ha registrado que algunas superan los 150 años.
  2. Peces de roca ocelados: Estos peces, que viven en aguas frías del Ártico y el Atlántico Norte, pueden vivir más de 200 años.
  3. Tiburón de Groenlandia: Se cree que algunos tiburones de Groenlandia pueden vivir más de 500 años.
  4. Almejas gigantes: Algunas almejas gigantes, como la almeja de Islandia, han demostrado tener longevidades extremadamente largas, con individuos que han vivido más de 500 años.

La longevidad del ser humano en comparación con otros animales se debe a una combinación de factores.

La evolución ha dotado a los humanos de características que pueden contribuir a una vida más larga, como una inteligencia superior, la capacidad de adaptación a diferentes entornos, el uso de herramientas y la comunicación avanzada, lo que nos permite cuidar de nosotros mismos y de nuestras comunidades de manera más efectiva.

Además, el acceso a la atención médica moderna y la tecnología médica ha aumentado significativamente la esperanza de vida en los seres humanos en comparación con la mayoría de los animales.

¿VIVIR APRESURADAMENTE O CON LENTITUD?

La mayoría de los mamíferos, como el perro o el hámster que tenemos como mascotas, viven rápidamente.

Llegan a la edad adulta en cuestión de meses, se reproducen con facilidad (si se lo permitimos) y mueren en más o menos pocos años, según la especie.

Por el contrario, los seres humanos y nuestros parientes (simios, monos, loris y lémures) tienen infancias largas, se reproducen con poca frecuencia y viven vidas excepcionalmente longevas.

Este lento ritmo de vida de los primates ha intrigado siempre a los científicos, interesados por conocer qué mecanismo es lo que lo provoca.

QUEMAMOS MENOS CALORÍAS

Un equipo internacional de científicos cree la clave reside en nuestro relajado metabolismo, el mismo que puede hacernos enfadar sobre la báscula: quemamos un 50% menos calorías diarias que otros mamíferos.

Publican sus conclusiones en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de EE.UU.

Los investigadores, que trabajan con primates en zoológicos y santuarios, examinaron el gasto diario de energía en 17 especies de primates, desde gorilas a lémures ratón, para comprobar si su lento ritmo de vida resulta de un metabolismo igualmente perezoso.

Utilizando una técnica no invasiva que sigue la producción corporal de dióxido de carbono, los científicos midieron el número de calorías que los primates quemaron durante un período de 10 días.

El equipo combinó estas mediciones con datos similares de otros estudios y comparó el gasto energético diario entre los primates y otros mamíferos.

«Los resultados fueron una verdadera sorpresa«, afirma Herman Pontzer, antropólogo del Hunter College en Nueva York y autor principal del estudio.

«Los seres humanos, chimpancés, babuinos y otros primates gastan solo la mitad de las calorías que te esperas en un mamífero».

Y da un ejemplo revelador:

«Incluso un ser humano con un estilo de vida muy activo físicamente tendría que correr un maratón cada día solo para acercarse al gasto diario de energía de un mamífero de su tamaño».

Esta drástica reducción en la tasa metabólica, hasta ahora desconocida para los primates, explica su tranquilo ritmo de vida.

Todos los organismos necesitan energía para crecer y reproducirse, y el gasto de energía también pueden contribuir al envejecimiento.

Las bajas tasas de crecimiento, la reproducción y el envejecimiento entre los primates coinciden con su lenta tasa de gasto de energía, lo que indica que la evolución ha actuado sobre la tasa metabólica para dar forma a la vida claramente lenta de los primates.

NO TANTA ACTIVIDAD FÍSICA

El equipo llegó a una segunda conclusión también sorprendente. Los primates en cautividad gastan tanta cantidad de calorías cada día como sus congéneres silvestres.

Estos resultados sugieren que la actividad física puede contribuir menos al gasto total de energía de lo que se suele pensar.

Según los autores, los resultados de este estudio tienen implicaciones interesantes para entender la salud y la longevidad en los seres humanos, y desentrañar la «sorprendentemente compleja» relación entre la actividad física y el gasto energético diario puede mejorar nuestra comprensión de la obesidad y otras enfermedades metabólicas.

«Los seres humanos viven más que los otros simios, y tienden a tener más grasa corporal»

«La comprensión de cómo el metabolismo humano se compara con el de nuestros parientes más cercanos nos ayudará a entender cómo evolucionaron nuestros cuerpos, y cómo mantenerlos sanos».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído