"Mi vida circula alrededor de satisfacer al otro, así que si me llaman y no tengo la posibilidad de estar conectado, me siento solo"
El teléfono móvil es una herramienta que hoy no falta en la vida de casi nadie. Se ha convertido en un aparato imprescindible, hasta el punto de que ya no sabríamos vivir sin él.
¿Qué pasa cuando nos falta, cuando no podemos dejar de consultarlo a cada rato o cuando no tenemos cobertura? El smartphone también puede ser un problema de salud grave. Es la nomofobia.
LA SALUD SE RESIENTE
Con el desarrollo de las tecnologías, han nacido nuevas fobias que se relacionan directamente con la innovación de los dispositivos electrónicos. El uso continuo de Internet, las redes sociales, tablets o smartphones hace que nuestra salud se vea afectada.
El término nomofobia significa no-mobile-phone phobia o, lo que es lo mismo, la dependencia del teléfono móvil llevada al extremo. Es el nombre con el que se ha definido al miedo a estar sin móvil.
Puede parecer una simple adicción, pero también es posible que detrás de eso haya un grave problema psicológico.
LOS SÍNTOMAS
Sus síntomas son:
Sensación de ansiedad
Taquicardias
Pensamientos obsesivos
Dolor de cabeza
Dolor de estómago
Por un lado, se produce una dependencia absoluta de los demás, pues el móvil es una manera de estar conectado.
Es todo un problema de autoestima y de relación. De hecho, la inseguridad personal es el factor más común que causa nomofobia.
IDEA DE PERFECCIONISMO
La idea de perfeccionismo es otra de las razones por las que aparecen estos casos, ya que en estas personas existe una necesidad de hacerlo todo sin ningún fallo.
«Mi vida circula alrededor de satisfacer al otro, así que si me llaman y no tengo la posibilidad de estar conectado, me siento solo».
Aparece el miedo a decepcionar a los demás», explica Antonio de Dios, psicólogo del Hospital Quirón de Marbella. El nomofóbico suele ser una persona que tiene falta de seguridad en sí misma y baja autoestima. Suele ser más común en mujeres, pues su estructura cerebral hace que tengan más facilidad para comunicar y más necesidad afectiva que los varones.
Además, ellas tienen mayor capacidad para establecer relaciones afectivas. En cuanto a la edad, la nomofobia suele darse mucho más en adolescentes. Esclavos del móvil Al producirse una esclavitud absoluta al móvil, la adicción a veces es incontrolable. Antonio de Dios asegura que los que sufren este problema son personas que no pueden apagar el móvil por las noches y que, por tanto, se ven interrumpidos durante sus horas de sueño.
El insomnio es, por tanto, una de las consecuencias más frecuentes en los pacientes con nomofobia. Lo primero que hacen los nomofóbicos al tener un móvil entre sus manos, después de un rato sin utilizarlo, es consultarlo inmediatamente.
«Es como el que tiene adicción al tabaco, que lo pasa mal cuando se le acaban los cigarrillos y que, en cuanto tienen la posibilidad de fumar, lo primero que hacen es encenderse uno», comenta el experto.
Siempre es aconsejable, ante cualquier duda, consultar con una persona especializada en dependencias, adicciones y en el tratamiento de la seguridad personal o la autoestima. El abuso del smartphone se produce muchas veces porque la persona se siente presionada en algunos aspectos de su vida y de los que debería liberarse.