Su rostro sí es permeable a la emoción, a diferencia del de su ex pareja

Lo que la comunicación no verbal de Tania Sánchez nos dice de la exnovia de Pablo Iglesias

"Pequeñas dosis de vulnerabilidad no hacen a la persona más débil sino más humana"

Lo que la comunicación no verbal de Tania Sánchez nos dice de la exnovia de Pablo Iglesias
Tania Sánchez. EP

Incluso ante situaciones que en otros han generado la suficiente vergüenza como para ocultarse, ella se ha empeñado en defender su verdad

Habitualmente serena y siempre tenaz en la defensa de sus argumentos. Si algo no se le puede recriminar a Tania Sánchez es que no de la cara.

Incluso ante situaciones que en otros han generado la suficiente vergüenza como para ocultarse, ella se ha empeñado en defender su verdad.

Suele responder con la cara bien alta, mandíbula elevada y mirada directa; lo que denota convicción en sus palabras y seguridad en sí misma.

Eso sí, como es lógico, no siempre se ha defendido sin dificultades: su rostro sí es permeable a la emoción, a diferencia del de su ex pareja, y le hemos visto los nervios reflejados en los ojos (más abatidos y esquivos) y en el temblor de sus labios cuando se ha sentido ofendida. Aunque con largos silencios que le dejan margen para recomponerse y dejan entrever que hay más de lo que dice (selecciona bien las ideas que verbaliza) la hemos visto con rabia y enfadada.

Aunque presume de una impecable coherencia entre lo profesional y lo personal, no es difícil concurrir en disonancias cuando a uno se le escudriña con lupa y cada una de sus afirmaciones pasa a formar parte de una hemeroteca.

Lo que no le resta honradez, que manifiesta en la perseverancia con la que transmite sus mensajes y en el hecho de que no reniegue de sus propias palabras por muy matizables que sean en uno u otro contexto.

Sí, bromeó acerca de ser primera dama, pero ha reconocido que lo dijo en tono jocoso: con lo que desacredita a quienes la critiquen pues todos hemos dicho cosas en conversaciones burlonas que jamás querríamos extrapolar o defender al pie de la letra.

Con toda manifestación personal hecha pública mucho costaría encontrar a alguien que no se contradijera.

Pero llama la atención, y mucho, su reciente destape en ‘Yo Dona’, hablando de su vida personal, y llama también mucho la atención la comunicación de la ruptura de su pareja hecha pública en un muro de Facebook y al hilo de una noche electoral.

Casualidad o no, hasta qué punto participa o alienta aquello que critica es siempre un debate interesante y, hasta el momento, ella no ha conseguido encontrar el punto medio.

En las tertulias televisivas en las que participa, como en la de ‘El programa de AR’, denota paciencia e inteligencia, pues sabe escuchar en silencio y devolver a su interlocutor un discurso no por ello menos controlado o convencido pero ciertamente expresado con naturalidad. Así transmite cercanía.

Es capaz de reconocer un error (cuántas veces ha reconocido explícitamente que se equivocó estando donde no tenía que estar en relación a la adjudicación a la cooperativa de su hermano de un contrato en Rivas) lo que la hace más creíble cuando no transige ante la critica.

Es capaz de permitirse unos segundos para el humor, y lo hace distendidamente (si bien recupera el control con rapidez), con sonrisa breve pero relajada, lo que la hace más humana y permite adivinar en ella una importante dosis de empatía e inteligencia emocional.

Si bien el prejuicio sobre algún que otro periodista le ha hecho ponerse a le defensiva en más de una ocasión, pequeñas dosis de vulnerabilidad no hacen a la persona más débil sino más humana.

NOTA.- Ana Villarrubia Mendiola es psicóloga clínica, especialista en Problemas de Conducta y Terapia de Pareja. Dirige desde el año 2012 el Gabinete Psicológico ’Aprende a Escucharte en Madrid.

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