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Estas son las cinco cosas más irritantes que, según reseña Jacqui Zadik en la edición estadounidense de ‘The Huffington Post’, suele soltar la gente que no tiene hijos a quienes son padres, para cabreo de estos:
5. Sé a lo que te refieres, acabo de adoptar un perrito. Perdona, pero no lo sabes. No acabarás de comparar a un bebé con un cachorrito, ¿verdad?
4. Qué cansado estoy. Ajá. Estás muy cansado. ¿Cuántas veces te ha despertado el bebé llorando esta noche? ¿Tu perro también se ha puesto a vomitar sobre la alfombra del dormitorio a la una de la madrugada? (Sí, además de hijos, también tengo perro). ¿O es que el mayor se ha despertado a las tres de la mañana porque había «oído monstruos» debajo de la cama? Cansado, dice… Vuelve a tus noches de dormir del tirón en tu cama gigante sin niños que te den patadas en la cara.
3. Estoy todo el día ocupado, no tengo tiempo libre. Pues espera a tener hijos, guapo. Entonces te preguntarás qué hacías con todo el tiempo libre que tenías antes.
2. Estoy sin un duro, he tenido tres bodas este año. ¡Ja! Cuando tus hijos vayan a preescolar, donde los niños están divididos en clases según la fecha de nacimiento, tendrás cumpleaños todos los fines de semana. Durante dos meses. Sin descanso. Y eso por no hablar de que a veces necesitarás una niñera porque los hermanos no estarán invitados.
1. Cuando tenga hijos, no pienso dejarles [rellenar el hueco con cualquier actividad inapropiada]. ¿Comer comida basura? ¿Ver la televisión? ¿Hablarte así? Recuerda que, cuando tú vas, yo vengo de allí. Te aseguro que les dejarás [rellenar el hueco con cualquier actividad inapropiada].
