Nunca miran lo que sí han conseguido y pueden conseguir
La desconfianza, la tendencia a culpabilizar a los demás o las odiosas comparaciones son algunos de los factores que forman la personalidad de las personas que siempre se encuentran y se encontrarán insatisfechas.
Sus cinco rasgos principales:
1. La charla autodestructiva
Las conversaciones que mantienen consigo mismos son para machacarse con sus propios errores. Las frases como «No valgo para esto», «No soy capaz»,… son comunes en ellos, convirtiéndose en su peor enemigo, ya que esta conversación interna les paraliza y le impide avanzar.
2. Desconfían de todos y no esperan nada de nadie
Creen que la mejor manera de no decepcionarse es no tener expectativas, ni ambiciones. De este modo, nunca tendrán sorpresas desagradables. Sin embargo, esta actitud les priva también de sorpresas agradables y de la gente buena que puedan conocer.
3. La comparación negativa
Miran siempre lo que les falta o envidian lo que tienen los demás. A su vez, nunca miran lo que sí han conseguido y pueden conseguir. En cuando a sus comparaciones con los demás siempre se dejan en mal lugar, haciéndoles sentirse el blanco de una conspiración global contra ellos.
4. Viven en el pasado
Para lo único que sirve el pasado es para enseñarnos y darnos perspectiva para vivir el presente. Lamentarse por lo que se hizo o no se hizo no sirve para nada. Se debe mirar hacia adelante.
5. Son expertos en repartir culpas
Aunque nos toque relacionarnos con personas que entorpezcan nuestro camino, debemos saber que buscar culpables solo desgasta y nos impide buscar soluciones a los problemas. La clave está en ser una persona proactiva, no reactiva. Hay que actuar y no reaccionar a lo que otros hacen.