Si acabas de regresar de las vacaciones y tristemente tu matrimonio o pareja de largo recorrido ha llegado a su fin, aquí puedes encontrar algunas razones por las que todo ha terminado en esa situación tan traumática y, lo más importante, varias claves para que no te vuelva a suceder.
La psicóloga Ana Ocaña (Madrid, 1974), –www.anaocana.com– especialista en salud personal y empresarial, explica en Periodista Digital la estructura que lleva a muchas parejas cada año a terminar sus relaciones sentimentales en el entorno del periodo estival.
Todo es una cuestión del vaso lleno, porque a lo largo del año laboral vamos acumulando tensiones e insatisfacciones que nos van copando la estructura emocional y nuestra estructura de pensamiento hasta que llegamos a junio. Esto es más grave en el caso de parejas con niños, porque al estrés del año completo se le suma el cómo articular el verano con los niños.
Pasar el verano en familia a veces se percibe negativamente porque no hay una estructura sincera de cómo organizar las vacaciones. En el verano a veces tiene que tener cabida la estructura familiar, a veces tiene que haber tiempo para la pareja, y a veces un tiempo individual, y lo que hacemos en enfrascarnos en una dinámica de estar todos juntos haciendo lo que no nos apetece hacer. Este tiempo de vacaciones que debería ser de relax se convierte en una obligación en términos familiares.
Además, y probablemente lo más importante, Ana Ocaña ofrece algunas claves para el fortalecimiento de la pareja y los individuos que la conforman durante el verano y también en los meses previos, para dejar de engrosar esa larga lista de parejas que llegan a su ocaso con el buen tiempo.