EL VIAJERO IMPENITENTE

Nazca: descubren el verdadero significado de 16 líneas y se topan con otro misterio sin respuesta

Fueron creadas mucho antes que los aviones y los satélites

La cultura nazca sigue guardando infinidad de misterios en su interior. Pueblo floreciente entre los años 700 y 200 antes de Cristo, una de sus grandes aportaciones a la humanidad tiene que ver con los dibujos que realizaron en la superficie terrestre. En una extensión de más de 500 kilómetros cuadrados, se pueden encontrar figuras de todo tipo, de las que hay contabilizadas más de 800 que son zoomorfas, fitomorfas y geométricas.

Pero, ¿qué sentido tienen?

Las líneas de Nazca son unos geoglifos famosos en todo el mundo, y las estructuras en espiral que hay cerca ayudan a explicar el motivo de su construcción.

Consideradas como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1994, los investigadores se afanan en saber por qué aquel pueblo dedicó horas y horas a trazar dibujos -especialmente sobre el suelo, pero también sobre roca- con líneas de hasta 210 centímetros de ancho que solo pueden ser visibles desde el cielo.

Evidentemente, en aquella época no existía tecnología que permitiera volar para ver el dibujo completo, razón de más por la que sorprende su perfección.

Imagina asomarte por la ventana de un avión y ver un colibrí de 365 metros tallado en la tierra.

Ahora imagina que te das cuenta de que el diseño fue tallado en algún momento entre los años 1 y 700 d. C. Así es como el mundo occidental conoció por primera vez las líneas de Nazca.

Ubicadas en la región meridional del desierto de Perú, las líneas de Nazca son enormes dibujos hechos en el suelo, también conocidos como geoglifos.

Ahora, un equipo científico japonés ha conseguido hacer una evaluación de los geoglífos de Nazca para explicar 16 de ellos que, hasta ahora, no se sabían lo que eran o que, en el mejor de los casos, se les había dado una interpretación que no era la correcta.

GraciaS al avance de la tecnología, se han conseguido analizar en profundidad los dibujos, correspondiendo a aves todos los que se han examinado y reinterpretado pero, a su vez, generando un nuevo misterio.

Según explica Masaki Eda, una de las coautoras del estudio publicado en el Journal os Archaeological Science, los 16 geoglifos catalogados pertenecen a aves, aunque todas tienen una peculiaridad común: ninguna de ellas es autóctona de Perú.

Ahí es, precisamente, donde surge la nueva pregunta: ¿cómo pudo la cultura nazca reproducir imágenes de una serie de pájaros que no vivía en sus tierras? ¿Y por qué llegaron a ser tan importantes como para perpetuarlos en el suelo?

Algunos de los dibujos alcanzan los 365 metros -es decir, más de tres campos de fútbol- lo que significa que se ven mejor desde arriba, desde un avión o un satélite.

Pero las crearon mucho antes que los aviones y los satélites, lo que ha causado que generaciones de eruditos se preguntaran el motivo de su creación, en particular si los nazca no podían disfrutar la obra en todo su esplendor. Gracias a las imágenes por satélite, los científicos creen que tienen una buena hipótesis para el misterio que ocultan las líneas.

Estaban relacionadas con el recurso más valioso del desierto: el agua.

Fueron capaces de usar el agua subterránea para la irrigación y los acueductos para beneficiar su actividad agrícola; así fue como los nazca pudieron transformar el desierto en un jardín,

Eso explica Rosa Lasaponara, investigadora del Consejo Nacional de Investigación de Roma.

Lasaponara coescribió un estudio el año pasado que utilizó imágenes de satélite para investigar algunas de las inusuales estructuras halladas en el paisaje cerca de las líneas de Nazca: agujeros en forma de espiral llamados puquios.

Las imágenes permitieron a los investigadores ver debajo de la superficie e identificar canales subterráneos de agua que conectaban estos agujeros en espiral, y se dieron cuenta de que eran parte de un avanzado y antiguo sistema de acueductos.

El agua subterránea se conducía a través de los canales a las partes de la región en las que los nazca vivían y cultivaban.

El agua era propulsada en parte por estos puquios espirales, que hacían que el viento pasara por los canales subterráneos para empujar el agua por el sistema.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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