Biblia y arqueología viral

Arca de Noé: ¿existió, sobrevivió al Diluvio Universal y estos son sus restos?

Especialistas norteamericanos afirman que encontraron partes del mítico 'barco' en una montaña de Turquía

El Arca de Noé, mencionada en el Antiguo Testamento de la Biblia, fue construida por Noé siguiendo las instrucciones de Dios.

Se dice que Noé y su familia, así como parejas de cada especie animal, se refugiaron en el arca durante un diluvio universal que duró 40 días y 40 noches, y que posteriormente poblaron la Tierra después de que las aguas se retiraran.

El mito del Diluvio Universal es común en muchas culturas y religiones de todo el mundo, y se refiere a un evento catastrófico en el que la mayor parte del mundo fue inundada por una lluvia inmensa y masiva diluvio.

Este evento tuvo lugar como un castigo divino por la maldad y la corrupción del ser humano.

La persistencia del mito del Diluvio Universal en tantas culturas a lo largo de la Historia puede deberse a varias razones, incluyendo la posibilidad de que se basara en eventos geológicos o meteorológicos catastróficos que realmente ocurrieron en el pasado y afectaron a todo el Planeta.

¿DONDE ESTÁ?

Uno de los misterios más interesantes en torno a las historias de la Biblia es el paradero del Arca de Noé.

Y es que esta embarcación salvó a la humanidad en tiempos remotos y puso a prueba la fe de un hombre quien tuvo que construir un barco gigante y refugiar en él a su familia y a cientos de parejas de animales, según la leyenda.

Por mucho tiempo, decenas de investigadores se volcaron en la tarea de descubrir su ubicación exacta, si es que realmente existió alguna vez.

Y ahora, un experto estadounidense asegura saber dónde está el Arca de Noé: Turquía.

El profesor Paul Esprante lideró un simposio de tres días al que asistieron más de 100 científicos de Turquía y otras partes del mundo.

Allí dijo que espera descubrir más evidencia que corrobore que el Arca de Noé encalló en el Monte Ararat, más conocido como la montaña Agri.

‘Mi propósito es visitar los sitios alrededor de la montaña para encontrar pistas sobre eventos catastróficos del pasado. Creo que se necesita un trabajo científico riguroso y serio en el área y me gustaría colaborar con eso. Tenemos recursos técnicos y podemos trabajar en conjunto con expertos locales’, dijo el investigador.

EL DILUVIO Y EL ARCA DE NOE

¿Existió el Diluvio universal?

Existen alusiones al Diluvio en muchas literaturas orientales y muy antiguas.

¿Cómo lo interpreta la Biblia?

«Después del pecado se reinicia la creación. Se establece una nueva alianza con la Humanidad. Dios da otra oportunidad, otro volver a empezar».

El Diluvio es una de las composiciones que adornan la Capilla Sixtina.

Miguel Ángel se inspiró en el pasaje bíblico del capítulo 7 del Génesis para elaborar una de las escenas más complejas, y más dramáticas, de la bóveda vaticana.

«Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y exterminaré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice», anunció Dios, molesto con los hombres por su maldad, a Noé, al que le indica cómo puede salvarse junto a un grupo de animales en una arca de ciertas dimensiones. Las aguas prevalecieron sobre la Tierra ciento cincuenta días hasta que disminuyeron y la tierra se secó. Noé lo comprobó soltando un cuervo y una paloma, tras lo que construyó un altar y ofreció un sacrificio para hacer un pacto con Dios, relatan las Sagradas Escrituras.

Según un artículo publicado en Catholic.net, se han encontrado en todo el mundo un total de 168 leyendas que relatan o mencionan el Diluvio.

Son narraciones de distintas tradiciones que descansan sobre una base similar y se refieren a un hecho central: una gran tromba de agua que lo anega todo, aniquila a animales y personas, salvo a un grupo elegido por la divinidad. El más claro antecedente lo aporta la mitología mesopotámica, descifrada a partir de las tablillas encontradas en las ruinas de Ninivé.

La que contiene la referencia a un gran diluvio se encuentra expuesta en el Museo Británico de Londres.

El arqueólogo sir Austen Henry Layard encontró la Tablilla de Diluvio en Ninivé, el actual Irak, a mediados del siglo XIX. La pieza permaneció durante años en los almacenes del Museo Británico a la espera de estudio y clasificación.

«Allí, en 1872, el asiriólogo aficionado George Smith, de profesión impresor de billetes, identificó sus inscripciones cuneiformes como una narración del Diluvio anterior a la bíblica. Pronto encontré la mitad de una curiosa tablilla que había contenido, evidentemente, seis columnas de texto: dos de ellas (la tercera y cuarta) estaban casi intactas; otras dos (la segunda y quinta) estaban incompletas, quedaba alrededor de la mitad; y las dos restantes (la primera y la sexta) se habían perdido por completo. Al mirar hacia abajo en la tercera columna, mis ojos captaron la afirmación de que el barco descansó sobre los montes de Nizir, seguida de la narración del envío de una paloma que, al no encontrar un lugar donde posarse, regresó. Vi enseguida que había descubierto al menos una parte de la historia caldea del Diluvio, cuenta en su libro ‘The Chaldean Account of Genesis’ (1876)».

Nada más dar con la Tablilla del Diluvio, Smith se puso a buscar más fragmentos en los almacenes del museo y así descubrió que el texto correspondía a la undécima parte de un poema épico.

«Presentó su hallazgo el 3 de diciembre de 1872 en la Sociedad Británica de Arqueología Bíblica, donde aventuró que tenía que haber más fragmentos de episodios bíblicos enterrados en las arenas de Ninivé. Así fue, y no sólo en Ninivé. Ahora sabemos que la Tablilla del Diluvio estuvo en la biblioteca del rey Asurbanipal y que es la versión babilónica de una narración sumeria conocida como el Poema de Atrahasis. En esa historia, cuyos restos más antiguos se remontan a la primera mitad del II milenio aC, el dios Enki avisa a Atrahasis de Shuruppak de que el dios Enlil va a destruir el mundo con un diluvio y le da instrucciones para que construya un arca en la que salvar a su familia y a todos los animales».

El héroe de esta epopeya es Gilgamesh, que da nombre a la narración, pero el protagonista es Utnapishtim, que sobrevivió con toda su familia a bordo de un arca. La búsqueda del arca ha movilizado numerosas expediciones. Algunas han centrado sus hallazgos en Turquía otras se han fijado en Armenia y en Kurdistán, en la creencia de que estaría sepultada bajo el hielo glacial del monte Ararat.

El teólogo y biblista Rafael Aguirre asegura que buscar el arca en el monte Ararat «no tiene ningín sentido. Claro que van a encontrar restos arqueológicos, pero decir que son del arca de Noé… Es como si van a buscar la manzana de Eva», zanja. Carles Salazar, antropólogo cultural y de las religiones, asegura que la Biblia debe ser leída como los mitos:

«no de forma literal, ni racional sino como una cierta dimensión simbólica».

Mitológico no tiene por qué ser sinónimo de falso.

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Autor

Jesús Mitchelle Torres

Licenciado en ciencias fiscales (ENAHP – IUT), especialista en auditoría de Estado (Universidad Simón Bolívar) y magíster en gerencia pública (IESA) con siete años de experiencia como auditor de Estado en Venezuela.

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