Todos tenemos algunas costumbres que nos permiten ordenar nuestra mente y estructurar el diario vivir.
Sin embargo, hay ocasiones en que estos hábitos pasan a controlar nuestro día a día, hasta llegar a afectar nuestra calidad de vida, pasando a ser una obsesión.
El límite entre un hábito y una obsesión puede ser difuso.
Las obsesiones más frecuentes entre los pacientes que sufren de esta patología:
- -Obsesiones de limpieza y anti gérmenes
- -Lavado de manos (lavarse las manos hasta que queden arrugadas)
- -Ordenar objetos a repetición
- -Comprobaciones
- -Enfermedades imaginarias (hipocondría)
- -Religiosas (rezar)
- -Seguridad o evitar que pasen cosas negativas (contar o repetir palabras en silencio)