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Se llama Avgí -o así la han bautizado los arqueólogos-. Significa Aurora, y le han puesto ese nombre porque vivió en el amanecer nuestra civilización, hace 9.000 años. Desde entonces nadie había vuelto a contemplar el rostro de esta muchacha, pero la tecnología forense asociada a unos restos arqueológicos lo ha hecho posible.
Vivió en Tesalia, en el centro de Grecia, al final del periodo Mesolítico. Un equipo de científicos griegos y suecos ha sido capaz, gracias a las más punteras tecnologías forenses, de recrear con todo detalle el aspecto y la expresión de Avgí. El resultado de la investigación fue presentado ayer en el Museo de la Acrópolis de Atenas, según recoge Begoña Catiella en ABC.
El cráneo de Avgí fue excavado en 1993, en la cueva Theopetra, un yacimiento que guarda pruebas de ocupación humana desde la friolera de hace 130.000 años. Está cerca de la ciudad de Trikala. «Ella vivió durante lo que se ha considerado la «aurora» de la civilización actual», declaró Nina Kyparissi-Apostolika, directora de las excavaciones en la cueva Theopetra, que tienen como objetivo entender mejor la historia y cultura griega, especialmente la mesolítica.
Aparte de su edad y altura, los estudios forenses han revelado que pudo padecer anemia o tal vez escorbuto y tenía pequeñas alteraciones óseas debidas a inflamaciones. Sus huesos se han datado en el 8070 antes de Cristo. Ese es justo el momento en el que los cazadores recolectores comenzaron a cultivar la tierra.
En su día, los restos de Avgí fueron la primera confirmación de la existencia actividad humana del Mesolítico en Tesalia. Se trata del periodo de la prehistoria que forma la transición entre el Paeolítico y el Neolítico, también denominado la Edad Media de la Piedra.
Los expertos, bajo la dirección del Profesor de Ortodoncia Manolis Papagrigorakis de la Universidad de Atenas han relatado que no se conocen otros detalles sobre su vida y muerte. El rango de edades manejado se debe a que en el caso de Aurora los restos de su esqueleto indican que tenía 15 años mientras que sus dientes muestran que podría tener hasta 18 años. Y aunque los indicios médicos son aun preliminares, la anemia y falta de vitaminas parecen una hipótesis firme.
En el equipo que estudió los restos de esta chica trabajó además de este dentista y arqueólogos, un ortopeda, un neurólogo, un radiólogo y un patólogo, con la colaboración de un laboratorio sueco especializado en reconstrucciones humanas que ya había colaborado con expertos griegos en la reconstrucción de la cabeza de Myrtis, una niña de 11 años que falleció de fiebres tifoideas cerca de la Acrópolis en el s.V a.C (alrededor del 430 a.C.). Myrtis fué presentada a la comunidad científica en Atenas durante el 2010. En el equipo sueco destaca Oscar Nilsson, un arqueólogo y escultor especializado en este tipo de reconstrucciones detalladas y basadas en los restos obtenidos y muchos estudios.
Fuente Original: ABC/Leer más
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