Su aspecto es aterrador. «Tanto que se les llama los padres de la guerra psicológica. Fueron ellos quienes se dieron cuenta de que haciéndose pasar por espectros de la noche en los que ellos creían (y que aseguraban ver) les hacía tener un poder especial», relata Íker Jiménez. Los que han visto a los guerreros asaro los define como una serie de figuras que parecían provenir del más allá.
Estos guerreros cubiertos de barro gris y con unas monstruosas máscaras de arcilla sobre sus cabezas conmemoran cada año su gran victoria sobre una tribu rival que vivía unos 20 kilómetros aguas abajo del río Asod. Los hechos ocurrieron poco antes de la llegada del hombre blanco en la década de los 40. Los guerreros de Asaro decidieron utilizar el miedo y la sorpresa en aquella batalla y atacaron al amanecer, ocultos tras sus máscaras y envueltos en el humo de numerosas hogueras. La estratagema dio resultado y sus enemigos quedaron paralizados por el miedo antes de huir despavoridos a la selva. Así lo explicaba Francisco López-Seivane en su blog en ABC.
Los asaros luchaban contra una tribu vecina a la que, tras los continuos hurtos de ganado e incluso de mujeres, decidieron plantar cara. Los guerreros de barro eran menos numerosos, pero su astucia era superior. Esto les permitió diseñar y fabricar unas máscaras hechas con una arcilla de un blanco -el color de la muerte para ellos- muy puro que les daban una apariencia monstruosa.
Fuente: ABC/Leer más
VÍDEO DESTACADO: El demoledor mensaje de Iker Jiménez a los ‘odiadores’ de Andrea Janeiro: «¡Basura!»