La revista Antiquity

El misterio de la tumba sumergida hace 8.000 años con cráneos clavadas en postes

Arqueólogos suecos encuentran un antiguo cementerio submarino

El misterio de la tumba sumergida hace 8.000 años con cráneos clavadas en postes
Cráneos humanos. EP

El hallazgo en Suecia de nueve cabezas golpeadas, curadas y, después, puestas en estacas, ha desconcertado a los investigadores porque no otras hay pruebas de rituales así en el Mesolítico

A la vez que aparecieron las especies humanas de los neandertales (Homo neanderthalensis) y los sapiens (Homo sapiens), se desarrolló un pensamiento simbólico que tuvo varias consecuencias.

Una de ellas es que los hombres comenzaron a enterrar a sus muertos en tumbas, en señal de respeto y quizás a causa de un sentido de trascendencia. Las primeras tumbas eran sencillos enterramientos en la superficie, donde los fallecidos descansaban junto a herramientas, animales y objetos cotidianos.

Un nuevo hallazgo realizado por científicos de la Universidad de Estocolmo muestra que estas prácticas sencillas y respetuosas no eran las únicas que los hombres del Mesolítico llevaban a cabo.

Cerca del río Motala Ström y del yacimiento de Kanaljorden, al sur de Suecia, han encontrado algo tan sorprendente como escalofriante. En una tumba sumergida, de 8.000 años de antigüedad, han descubierto una extraña colección de cabezas golpeadas y clavadas en picas.

Sus hallazgos se han publicado recientemente en la revista Antiquity y suscitan muchos interrogantes en cuanto a los enterramientos del Mesolítico.

 

Las personas que viven durante el Mesolítico fueron cazadores-recolectores, señalan los investigadores, por lo que el sitio del entierro y sus contenidos resultan sorprendentes. En el momento de su uso, el sitio de enterramiento habría estado en un fondo de lago poco profundo cubierto con piedras apretadas sobre las que se habían depositado los restos humanos. Los restos eran todos cráneos, excepto un bebé.

Las calaveras adultas (excepto una) carecían de huesos de mandíbula, y al menos dos de los cráneos mostraban evidencia de un golpe de palo a través de la abertura en la base a través de la parte superior del cráneo, normalmente asociada con la colocación de una calavera para asustar a los enemigos.

Pero los cazadores-recolectores no eran conocidos por exhibir cráneos o participar en horribles rituales funerarios. En cambio, eran conocidos por deshacerse de sus muertos de maneras sencillas y respetuosas.

La tumba se encontró en lo que ahora es el sur de Suecia, cerca de un sitio arqueológico conocido como Kanaljorden. Los arqueólogos han estado trabajando en el sitio desde 2009, pero no fue hasta 2011 que se encontraron los primetos restos humanos.

Hasta la fecha, los investigadores han encontrado los restos de 11 adultos. En otra sorpresa, el equipo descubrió que todos los cráneos adultos presentaban signos de trauma: cada uno había sido golpeado en la cabeza varias veces. Pero el trauma fue infligido de manera diferente según el género.

Los hombres fueron golpeados en la parte superior o cerca de la parte frontal de la cabeza, mientras que las mujeres generalmente eran golpeadas desde atrás. Sin embargo, ninguna de las heridas parecía mortal, aunque sin el resto del cadáver resulta imposible identificar qué les mató.

Los investigadores no pueden ofrecer una explicación de lo que han encontrado en el sitio, aunque sugieren que es posible que las víctimas hayan muerto o hayan sido asesinadas en otro lugar y luego hayan sido transportadas al sitio del entierro. Posiblemente porque se consideraron excepcionales de alguna manera.

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