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¿Sabes qué era el líquido del misterioso sarcófago negro hallado en Egipto?

El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Mohamad al Vaziri, dijo en un comunicado que el líquido rojizo presente en el interior del antiguo sarcófago, no es ni «zumo para momias que contenga un elixir de vida», ni tampoco es «mercurio rojo».

«Los expertos tomaron muestras de este líquido para analizarlo y descubrir sus componentes».

Las pruebas confirmaron la versión inicial de que se trataba de aguas residuales que entraron en el sarcófago a través de una fisura y obtuvieron el color rojizo tras mezclarse con su contenido.

SORPRESA EN EL SARCÓFAGO

Llevaba 2.000 años enterrado, intacto, alejando del mundanal ruido… hasta que una excavación acabó con la paz y la tranquilidad.

Y en julio de 2018, apenas una semana después de descubrir el gigantesco sarcófago negro en el barrio de Sidi Gaber, en Alejandría, los arqueólogos lo abrieron para escudriñar su interior, donde se hallaban tres esqueletos.

El ataúd de granito, el más grande -265 centímetros de largo, 185 de alto y 165 de ancho- encontrado en esta ciudad del norte de Egipto, aún mantenía una capa de mortero entre la tapa y el cuerpo principal del sarcófago, lo que indicaba que nunca había sido profanado hasta ahora. Estaba enterrado a cinco metros de profundidad y salió a la luz en un terreno de propiedad privada durante la inspección arqueológica previa a la construcción de un edificio.

Pese a las hipótesis que desencadenó el hallazgo, parece claro que ninguno de los restos pertenece a Alejandro Magno, que falleció en el año 323 antes de Cristo.

Al lado de la tumba también apareció una cabeza de alabastro desfigurada intencionadamente.

“El misterioso sepulcro podría ser de época ptolemaica o incluso romana”, afirma en un comunicado Mustafá Waziri, secretario general del ministerio de Antiguedades de Egipto.

La dinastía ptolemaica la fundó Ptolomeo I Sóter, uno de los generales de Alejandro Magno, y gobernó Egipto durante el período helenístico que va desde la muerte del propio Alejandro hasta el año 30 antes de Cristo, cuando el territorio se convirtió en una provincia romana. Alejandría se convirtió en la capital del reino y pasó de ser un pequeño pueblo a erigirse en el principal centro comercial e intelectual de la antigüedad.

Los arqueólogos utilizaron mascarillas para evitar una posible contaminación durante los trabajos para abrir el sarcófago.

Cuando levantaron la pesada tapa del ataúd descubrieron que el interior resultó estar lleno de agua que se había filtrado en el terreno desde las alcantarillas de la superficie. Una vez retirada, dejó al descubierto tres esqueletos con sus respectivos cráneos.

“Un examen preliminar de los mismos restos sugiere que pudieron ser tres guerreros o soldados del ejército, pues uno de los cráneos presenta un traumatismo propio de un impacto causado por una flecha”, añade Waziri.

El sarcófago y los esqueletos serán transferidos al depósito que posee el Ministerio de Antigüedades en Alejandría, donde se realizarán labores de conservación e investigación.

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