No se puede evitar, afirman los expertos, es la genética. Toda alguna vez, cuando éramos pequeñas o incluso de adultas, hemos querido parecernos en algunas cosas a nuestras madres. Pero lo más normal es que haya muchas otras cosas que no deseamos repetir, e incluso nos esforzamos por hacerle saber que algunas decisiones que tomaron no eran las correctas, o al menos que nosotros lo habríamos hecho de otra manera, según sq.
Pero por mucho que te hayas peleado con ella, e incluso negaras que repetirías ciertas conductas, todos esos esfuerzos son probablemente en vano… ya que tienes la sensación de que cada vez te parecerás más a ella.
Según un nuevo estudio realizado por el Doctor Julian De Silva en el Reino Unido, todos nos convertiremos en la imagen de nuestros padres. Y lo cierto es que se trata de un proceso que comienza a suceder mucho antes de que nos demos cuenta.
Los responsables del estudio encuestaron a más de dos mil personas acerca del momento en el que comenzaron a sentirse igual a sus padres, y llegaron a la conclusión de que más de la mitad de los que participaron empezó a comportarse como ellos entre los 30 y los 35 años.
Hay una buena explicación: Da Silva supone que cuando empiezas a criar a tus propios hijos, tus comportamientos son el fiel reflejo de cómo te criaron a ti. Es por esto que, sea una coincidencia o no, la edad media para ser madre es a los 30 años.
Además, físicamente comienzas a parecerte a tu madre porque nuestro cuerpo sufre cambios en cuanto a peso, arrugas, color de pelo, etc. «Es una parte inevitable del envejecimiento, pero es un proceso que muchas personas quieren postergar por el mayor tiempo posible», explicó De Silva.
14 personas idénticas a sus padres https://t.co/pFnoacYVHa
— Tenerife Week (@tenerifeweek) 26 de marzo de 2019