Nadar en el océano altera el microbioma de la piel y puede aumentar la probabilidad de infección, según una investigación presentada en ASM Microbe 2019, la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, según recoge sciencedaily y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
«Nuestros datos demuestran por primera vez que la exposición al agua del océano puede alterar la diversidad y la composición del microbioma de la piel humana», dijo Marisa Chattman Nielsen, MS, estudiante de doctorado en la Universidad de California, Irvine, autora principal del estudio. Mientras nadaban, las bacterias residentes normales se lavaban mientras que las bacterias oceánicas se depositaban sobre la piel «.
Los investigadores detectaron bacterias oceánicas en todos los participantes después del secado al aire y a las seis y 24 horas después de nadar, pero algunos participantes habían adquirido más bacterias oceánicas y / o habían persistido durante más tiempo.
La investigación fue motivada por estudios previos que han demostrado asociaciones entre la natación en el océano y las infecciones, y por la alta prevalencia de la mala calidad del agua en muchas playas, debido a las aguas residuales y la escorrentía de aguas pluviales. Investigaciones recientes han demostrado que los cambios en el microbioma pueden dejar al huésped susceptible a la infección e influir en los estados de la enfermedad. La exposición a estas aguas puede causar enfermedades gastrointestinales y respiratorias, infecciones del oído e infecciones de la piel.
Los investigadores buscaron a 9 voluntarios en una playa que cumplían con los criterios de no usar protector solar, exposición poco frecuente al océano, no bañarse en las últimas 12 horas y sin antibióticos durante los seis meses anteriores. Los investigadores tomaron un hisopo de los participantes en la parte posterior de la pantorrilla antes de que ingresaran al agua, y nuevamente después de que los sujetos se secaron completamente al aire después de nadar durante diez minutos y a las seis y 24 horas después de nadar.
Antes de nadar, todos los individuos tenían comunidades diferentes entre sí, pero después de nadar, todos tenían comunidades similares en su piel, que eran completamente diferentes de las comunidades «antes de nadar». A las seis horas después de nadar, los microbiomas habían comenzado a volver a su composición previa a la natación, y a las 24 horas, habían avanzado mucho en ese proceso.