Palabras que sanan el alma: «Las raíces de toda bondad se encuentran en el suelo de apreciación» Dalai Lama
El uso de la ducha se disparó desde mediados del siglo XX. La higiene personal se convirtió en una preocupación principal, y bañarse o ducharse todos los días o varias veces al día es común entre las culturas occidentales. Ducharse es generalmente más rápido que el baño y utiliza menos agua. Este concepto de rapidez y eficiencia explica su popularidad, ya que encaja con el estilo de vida agitado de la gente moderna. Además, la ducha, en vez de tomar un baño, se recomienda para las personas mayores, ya que reduce el riesgo de lesiones relacionadas con caídas, según wp.
Chorro de agua fría de cintura para abajo
En realidad este tratamiento tiene distintas variantes que van desde solo de rodilla para abajo, desde los muslos hasta abajo, o desde la cintura hasta abajo. Cuanta más zona del cuerpo abarquemos, más fuerte será el efecto. Es decir, si queremos un efecto suave, mejor solo desde la rodilla para abajo.
Indicaciones. Indicado en caso de debilidad, apatía, dolor de cabeza, trastornos circulatorios (varices).
Beneficios. Favorece la circulación, descongestiona los conductos sanguíneos, baja la tensión, tonifica las venas, relaja el sistema nervioso.
Contraindicaciones. Menstruación, infección renal o urinaria, presión sanguínea muy baja
Forma de aplicación. Si es solo en las rodillas, sentarse en el borde de la bañera con las rodillas desnudas hacia adentro y aplicar el chorro de agua fría (no demasiado fría) empezando por los pies y subiendo hasta la rodilla poco a poco. Primero la pierna derecha y luego la izquierda. Si es en todo el muslo, hacer el mismo ejercicio, empezando por pie y tobillo y subiendo poco a poco hasta el muslo. Si es la pierna entera, entrar dentro de la bañera o la ducha con el cuerpo desnudo de cintura para abajo y seguir el mismo procedimiento pero llegando hasta la cintura.
Variante con temperatura alterna. Esta variante es particularmente útil en personas con trastornos circulatorios, ya que estimula más intensamente el riego sanguíneo. Para llevarla a cabo, primero haremos lo mismo que hemos indicado antes (con agua fría, una pierna y luego la otra) y después aplicaremos el mismo proceso con agua caliente (no demasiado caliente) en una pierna y luego en otra. Repetir todo el proceso y terminar con el chorro de agua fría.
Chorro de agua caliente en lumbares
Indicaciones. Lumbalgias, dolores lumbares y contracturas, entumecimiento
Beneficios. Reduce los espasmos musculares y aumenta el riego sanguíneo de la zona.
Contraindicaciones. Está contraindicado en un proceso de lumbalgia agudo
Forma de aplicación. Para esta finalidad, conviene que sea otra persona quien nos lo aplique por la espalda. Poner un taburete dentro de la bañera o la ducha y sentarse. La persona que nos lo aplica debe dirigir un chorro de agua templada (más o menos la temperatura corporal) hacia la zona lumbar e ir aumentando la temperatura (más caliente) poco a poco hasta que la piel se ponga de color más rojo como señal del aumento de la circulación (entre 2 y 5 minutos). Al terminar conviene secarse rápidamente y tumbarse tapado en la cama.
Chorro de agua caliente en la nuca
Indicaciones. Dolor de cabeza, contracturas musculares en la nuca o zona próxima, migraña, dolor de espalda
Beneficios. Relaja el sistema muscular y el sistema circulatorio, favorece el riego sanguíneo en la cabeza
Contraindicaciones. Hipertensión, glaucoma, cataratas, insuficiencia cardíaca, disfunción tiroidea
Forma de aplicación. Meter la cabeza dentro de la ducha o la bañera y aplicar un chorro de agua templada en la nuca (que caiga el agua por las orejas y la frente) e ir aumentando la temperatura poco a poco hasta que se consiga un enrojecimiento como señal de aumento de la circulación.
Chorro de agua fría en los brazos
Indicaciones. Agotamiento, debilidad, taquicardia, insuficiencia cardíaca leve
Beneficios. Estimula el sistema circulatorio, tonifica las venas, estimula el sistema nervioso
Contraindicaciones. Problemas cardíacos graves, asma
Forma de aplicación. Sentarse en el costado de la bañera metiendo el brazo desnudo dentro (o en la ducha) y aplicar un chorro de agua fría (no demasiado) desde la mano y la muñeca hasta el hombro. Empezar por el brazo derecho y luego seguir con el izquierdo. Repetir todo el proceso. Al terminar, conviene secarse y calentarse para evitar el frío.
Variante con temperatura alterna. Existe la variante de realizar el mismo procedimiento pero, tras aplicar el agua fría, repetir el proceso con agua caliente. Después de una secuencia de agua fría y agua caliente, terminar con una nueva vuelta de agua fría. Esta variante simplemente tiene mayor efecto.
Chorro de agua fría en la cara
Indicaciones. Agotamiento, dolor de cabeza, migraña, ansiedad, como método de belleza para estimular la circulación del rostro.
Beneficios. Reafirma la piel, relaja el sistema nervioso, estimula la circulación
Contraindicaciones. Trastornos oculares o en los senos frontales
Forma de aplicación. Sentarse en el costado de la bañera o dentro de la ducha inclinando la cabeza hacia delante con una toalla alrededor del cuello para evitar que se escurra. Aplicar un chorro de agua fría desde el lado derecho de la cara hacia el izquierdo. Luego, pasar el chorro en círculo por la cara, en el sentido de las agujas del reloj, varias veces. Repetir el proceso, según vd.
Chorro de agua fría por todo el cuerpo
Indicaciones. Para fortalecer el tono, en personas obesas o con problemas para metabolizar las grasas o el azúcar.
Beneficios. Activa todos los sistemas
Contraindicaciones. Afecciones del sistema circulatorio o del corazón
Forma de aplicación. La forma más idónea de aplicar este chorro es en un jardín con una manguera que permita cierta presión e impacto en la piel a unos 3 metros de distancia. Si no puedes por el motivo que sea, hazlo dentro de la ducha o la bañera, procurando abrir el grifo a tope (para que salga rpesión) y dirigiendo el chorro en dirección perpendicular a la piel. Pasa el chorro por todo el cuerpo. Tras esta aplicación, conviene relajarse sentado o tumbado entre 40 y 50 minutos.
Muy Importante: Consulte siempre a su médico para conocer los detalles concretos de su perfil y si es aconsejable o no para usted.
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