Si es la primera vez que vas a hacer yoga en casa, es muy importante que cuentes con los accesorios necesarios para hacer yoga y que aprendas bien la técnica de cada uno de los movimientos. Otro de los consejos que deben tener en cuenta todos los principiantes en el yoga es que deben contar con la opinión de un monitor cualificado que les guía a la hora de aprender los ejercicios y memorizar las pautas de respiración que deben acompañar a los movimientos según gf.
La duración de la sesión es otra de las recomendaciones que debes considerar para empezar a hacer yoga en casa. Tu práctica de yoga puede durar entre 15 y 60 minutos, aproximadamente, dependiendo del grado de dificultad de la sesión, de tu tiempo, de tus objetivos y de tu capacidad física.
Asanas que puedes hacer en casa:
La cobra
Colócate boca abajo, con las piernas juntas y estiradas y los brazos doblados con las manos apoyados a la altura de los hombros. Levanta las piernas manteniendo las piernas pegadas al suelo, sujetándote con los brazos, bajando los hombros y elevando la barbilla de manera que miremos ligeramente hacia arriba. Mantén la postura 30 segundos, descansa tumbada boca abajo y vuelve a hacerla 30 segundos más. Con la cobra trabajamos la parte superior de la columna, mejora los músculos espinales, estimula los órganos internos, amplía la expansión torácica y beneficia la zona lumbar.
La postura del bebé
Justo la contraria a la cobra. Nos ponemos de rodillas y apoyamos los glúteos en los talones. Echamos el cuerpo hacia delante, apoyando la frente en el suelo y dejando los brazos a los lados. Nos mantenemos así unos 30 segundos, según mr.
El árbol
Nos ponemos de pie, con las piernas rectas, y juntamos las palmas de las manos sobre la cabeza, doblando los codos. Elevamos una de las piernas y apoyamos la planta del pie en la cara interna del muslo contrario. Nos mantenemos así 30 segundos, y repetimos con la otra pierna. Esta asana equilibra el cuerpo y la mente, y estira la columna vertebral.
El perro cara abajo
Empezamos de pie, y nos inclinamos hacia delante colocando las palmas de las manos a la misma distancia de los hombros, hasta apoyar las palmas en el suelo. Formamos un triángulo con las piernas y los brazos, introduciendo la cabeza entre ambos cayendo relajada mirando al suelo. Nos mantenemos así unos 20 segundos, respirado profundamente por la nariz. Mejorarás la circulación de las piernas, relajas la espalda y revitalizas todo el cuerpo. Para volver a la posición original, ve levantando el cuerpo siendo tu cabeza lo último en subir.
El águila
Comenzamos de pie, doblando ambas piernas e inclinándonos levemente hacia la izquierda. Doblamos la derecha por encima, colocándola alrededor de manera que el tobillo derecho llegue al gemelo izquierdo. Cruzamos el codo hacia la derecha, y colocamos ambas manos juntas frente al rostro. Intentamos sostenernos en esta asana durante 30 segundos, y repetimos con la otra pierna. Con el águila mejoramos el dolor de espalda, desarrollamos el equilibrio, estiramos los muslos, las caderas y las pantorrilas, así como la espalda alta, y estiramos los tobillos.
El triángulo
Empezamos de pie, separando las piernas alrededor de un metro, con los brazos separados a la altura de los hombros. Inhalamos e inclinamos el tronco hacia delante hasta tocar o rozar los pies con los dedos. Mantenemos unos 30 segundos y después repetimos al otro lado. Es una postura muy beneficiosa para el equilibrio, tonifica los músculos de las piernas, el tronco, el cuello, la espina dorsal y activa el funcionamiento del hígado, el páncreas y órganos abdominales.