¿Debo alarmarme si veo moscas en el ojo?

¿Debo alarmarme si veo moscas en el ojo?
Ojos YT

Algunos problemas de la vista son muy molestos porque producen dolor y enrojecimiento ocular y nos impulsan a acudir al médico de forma inmediata. Es el caso de las conjuntivitis, las uveítis o las queratitis. Pero muchas otras enfermedades presentan “una sintomatología más sutil”, según expone  Álvaro Fernández-Vega Sanz, director de Retina y Vítreo del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.

Ver cuerpos que flotan en el interior de nuestro ojo -moscas volantes- es algo muy habitual y en la mayoría de los casos no supone un riesgo inminente. El oftalmólogo explica el proceso por el que aparecen esas mosquitas negras: “La cavidad interior del ojo está rellena de un gel (humor vítreo) que tiene condensaciones de colágeno en su interior. En algún momento de nuestra vida, este gel se va a colapsar en el interior de nuestro ojo, haciéndose más pequeño y separándose de las paredes internas, donde está adherida la retina”.

Atención a los cambios bruscos
Ese proceso normal atribuible al envejecimiento produce, en algún momento de nuestra vida, “un cambio brusco en la visualización de esos cuerpos flotantes”. Fernández-Vega reproduce una de las frases más habituales de quienes lo experimentan: “Estaba viendo mis moscas volantes, que ya sé cómo son, y bruscamente empecé a ver algo diferente (más moscas, telarañas, puntitos negros, luces, relampagueos…)”. Es a esa sintomatología a la que hay que prestar especial atención porque, aunque la separación del humor vítreo no va a causar problemas a la mayoría de las personas, “alrededor de un 2% de la población, que tiene las retinas más débiles, va a sufrir una rotura”, según cd.

Es crucial tratar la rotura de la retina cuanto antes. “Si la tratamos inmediatamente con láser, podemos prevenir un desprendimiento de la retina”, subraya el especialista.

Otros signos de alerta
Hay otros síntomas visuales que requieren acudir cuanto antes al especialista para evitar problemas graves. Estos son algunos de ellos:

Si observamos una deformidad u ondulación en las líneas verticales u horizontales (de azulejos, verjas…) puede ser signo del inicio de un problema en la retina central (la mácula), que puede deberse a una degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o a otros problemas, como la maculopatía de los miopes o las membranas epirretinianas maculares.Dolor ocular que se acompaña de un ojo rojo.
Cualquier forma de pérdida visual, ya sea brusca o progresiva.
Ojo con las patologías que no producen síntomas
Fernández-Vega recalca que también hay enfermedades oculares que no producen síntomas hasta que la patología está muy avanzada, como por ejemplo el glaucoma, que “va limitando de forma lentamente progresiva el campo de visión lateral de los pacientes, que mantienen una buena visión central hasta la fase final, de forma que no se dan cuenta de que están perdiendo visión hasta que es demasiado tarde”. De ahí la importancia de la prevención.

En el caso del glaucoma, la mejor forma de prevenirlo es tomándose la presión intraocular periódicamente.

Otra causa importante de ceguera es la retinopatía diabética. Para prevenir sus efectos perniciosos, el oftalmólogo aconseja a las personas con diabetes “el control estricto de su glucosa en sangre, del colesterol y los lípidos sanguíneos con la dieta, controlar la tensión arterial comiendo sin sal, bajar peso…”.

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