Palabras que sanan el alma: «Hay un dicho tibetano: La tragedia debe ser utilizada como una fuente de fortaleza.: Dalai Lama
En biología, los músculos son estructuras o tejidos existentes en el ser humano y en la mayoría de los animales que tienen la capacidad de generar movimiento al contraerse y relajarse, los músculos siempre actúan en pares antagónicos. El tejido que forma el músculo se llama tejido muscular y está formado por células especializadas llamadas miocitos que tienen la propiedad de aumentar o disminuir su longitud cuando son estimuladas por impulsos eléctricos procedentes del sistema nervioso.
Existen tres tipos de tejido muscular:
Tejido muscular estriado que constituye los músculos voluntarios.
Tejido muscular cardíaco que forma el corazón.
Tejido muscular liso: que se encuentra principalmente en la pared del aparato digestivo, bronquios, vasos sanguíneos, vejiga urinaria y útero.
En el cuerpo humano y en todos los vertebrados, los músculos estriados están unidos al esqueleto por medio de los tendones y son los responsables de la ejecución de los movimientos corporales voluntarios. El músculo cardíaco y el músculo liso se contraen de forma automática por los impulsos que reciben a través del sistema nervioso autónomo, según wp.
La unidad funcional y estructural del músculo esquelético es la fibra muscular o miocito, varias fibras musculares se agrupan para formar un fascículo, varios fascículos se reúnen y forma el músculo completo que está envuelto por una membrana de tejido conjuntivo llamada fascia. El cuerpo humano contiene aproximadamente 650 músculos estriados.
Durante la actividad física de alta intensidad se producen fugas de protones de hidrógeno. La acumulación de estos provoca la activación de nociceptores específicos de las neuronas sensoriales próximas. Estos nociceptores expresan un tipo de canales llamados canales iónicos sensibles a ácidos o ASICs por sus siglas en inglés (acid-sensing ion channels). Estos iones de hidrógeno que comentábamos son capaces de unirse a estos canales y provocar respuestas neuroquímicas dolorosas. La exposición a mordeduras o picaduras de animales venenosos como arañas, serpientes o medusas también estimula estos canales, a través de los cuales sentimos dolor.
Estos mecanismos no son más que una forma de protección ante el incremento repentino de la acidez, ya hablemos de la provocada durante el ejercicio o la provocada por la exposición a diferentes tipos de venenos, según vt.
Muy Importante: Consulte siempre a su médico para conocer los detalles concretos de su perfil y si es aconsejable o no para usted.
Este artículo es el resultado de información compilada en la red, de la fuente o fuentes señalas, y que considero interesante compartir con los seguidores de esta sección, por su alto interés divulgativo.