Es complicado medir objetivamente el triunfo o el éxito, pero lo cierto es que existe un consenso social al respecto. Los padres cuyos hijos alcanzan ciertos niveles de excelencia en la vida suelen tener en común estos 7 rasgos que señala la revista Forbes:
-Se aseguran de que hagan los deberes: Preocuparse de que hagan los deberes del colegio implica que los menores están siendo atendidos en aspectos no sólo básicos, también intelectuales que afianzan la responsabilidad, lo que posteriormente se traduce en trabajadores serios.
-Enseñan habilidades sociales: Es crucial que los niños aprenden a socializar de forma sana y empatizando con el resto.
-Tienen grandes expectativas: Los padres que hacen saber a sus hijos que esperan mucho de ellos y los motivan para alcanzarlo sin presiones, suelen obtener muy buenos resultados.
-Suelen tener estudios superiores: Los datos son claros; aquellos padres que han terminado estudios superiores, suelen tener hijos que llegan también a esos niveles o más, frente a la proporción de los que no.
-Les enseñan matemáticas desde pequeños: Trabajar el cálculo desde muy pronto estimula el cerebro de los niños para establecer conexiones que luego les serán de gran ayuda en el estudio .
-Tienen una relación estrecha: Preocuparse no es suficiente, también hay que mostrar cariño, amor e interés por sus hijos.
-Tienen un nivel socioeconómico medio-alto: Derivado de su nivel académico, estos padres consiguen mejores puestos de trabajo bien remunerados, lo que brinda al menor un contexto desahogado y estable. Lo que incide directamente también, sobre hábitos saludables tanto en dieta como en deportes u otras actividades culturales como la música, que favorecen un mejor desarrollo del menor.
