En el origen vivían en una única población al norte de Botsuana que hoy en día es desértica pero que fue un gran lago

Así eran las camas de los humanos hace 200.000 años: hierba y ceniza

Cuando el clima empezó a cambiar, los humanos comenzaron a dispersarse, dando paso así al desarrollo genético y su diversidad étnica y cultural

Así eran las camas de los humanos hace 200.000 años: hierba y ceniza

Ni almohada, ni manta, ni plumas, ni nada: hierba y ceniza.

Se han descubierto camas rudimentarias fabricadas por los primeros humanos que vivieron en Sudáfrica, según la revista Science.

Este hallazgo demuestra que ya en la Edad de Piedra se dormía sobre un lecho, que estaba construido colocando hierba sobre una capa de ceniza. Se ha convertido en la cama más antigua encontrada hasta ahora.

«Informamos sobre el descubrimiento de camas de césped utilizadas para crear áreas cómodas para dormir y trabajar por personas que vivían en Border Cave hace al menos 200.000 años», declaran los autores de la investigación.

Border Cave es un refugio rocoso que se encuentra en las montañas Lebombo, en la frontera entre Sudáfrica y eSwatini. Desde hace 227.000 años hasta hace 1.000 años aproximadamente fue ocupado de manera intermitente por la raza humana.

«La capa de hierba habría sido bastante gruesa, probablemente de al menos 30 centímetros de grosor, y colocada sobre una base de ceniza suave y limpia, por lo que habría sido tan cómoda como cualquier cama de campamento o pajar», explicó Lyn Wadley, autora principal de la investigación y profesora de arqueología en la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica.

Se cree que estos humanos también utilizaban estas hierbas de manera más recreativa.

«Especulamos que tal colocación de los elementos de cama, así como la de las cenizas de los materiales para el lecho previamente quemada, fue deliberada, porque varias etnografías informan que la ceniza repele los insectos rastreros, que no pueden moverse fácilmente a través del polvo fino porque bloquea su aparato respiratorio y mordedor y, finalmente, los deja deshidratados», confiesa.

«Quemar los elementos de una cama de hierbas o pasto libera al campamento de plagas, desde ratas hasta pulgas, y limpia las áreas oxidadas (rancias)», ha explicado. «Luego, se traería hierbas frescas para crear camas nuevas y limpias, y luego sería posible ocupar el sitio por más tiempo, de lo contrario tendría que ser abandonado».

En estos lechos los investigadores también encontraron restos de piedra y fabricación de cuchillas, por lo que se deduce que no solo eran objetos utilizados para dormir, sino también para realizar las tareas de su vida diaria.

Este descubrimiento pone de manifiesto que unos 100.000 años después de la aparición del Homo sapiens, ya estaban utilizando sus poderosos cerebros para resolver sus problemas y mejorar su día a día, algo propio exclusivamente de los seres humanos.

Además, «mediante el uso de cenizas y plantas medicinales para repeler insectos, nos damos cuenta de que tenían algunos conocimientos farmacológicos», añadió la profesora.

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