De acuerdo a la información recibida desde las sondas Voyager, el borde del sistema solar se parece a «un mar turbulento».
Según los científicos de la NASA, el límite de nuestro sistema planetario es mucho menos estable que lo que creían la mayoría de los astrónomos.
La agencia espacial de Estados Unidos asegura que la última información obligará a revisar las teorías existentes sobre esta región cósmica.
Desde su lanzamiento en 1977, las sondas no tripuladas Voyager recorrieron más de 16.000 millones de kilómetros, más que cualquier otra nave espacial.