La CEFAA ha sido incapaz de aclarar la naturaleza de este objeto que poseía una fuente de energía

Las fotos del OVNI que las autoridades chilenas dan como auténtico confunden a los más escépticos

Estaba suspendido en el cielo de una mina chilena en Collahuasi

El Centro chileno de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA) ha publicado unas imágenes en la que se puede observar un OVNI (Objeto Volador No Identificado) suspendido en el cielo de una mina chilena en Collahuasi.

Está situada a 4.300 metros sobre el nivel del mar en la norteña región de Tarapacá y las imágenes fueron tomadas en abril de 2013.

«DISCO ACHATADO»

Según el informe elaborado por el organismo chileno, varios testigos vieron en el cielo y durante un par de horas,

«un disco achatado, de color brillante, de un diámetro aproximado de 5 a 10 metros».

Entre las personas que vieron este objeto, había según la CEFAA electricistas e ingenieros.

«Realizaba movimientos ascendentes, descendentes y horizontales en tramos cortos, a unos 600 metros sobre la superficie del suelo.

De momento se visualizaba claramente como un disco, para luego adoptar la forma de un globo brillante»,

afirmaron los testigos a la CEFAA.

NO ERA UNA NUBE LENTICULAR

Un meteorólogo analizó las condiciones climáticas y descartó la posibilidad de formación de una nube lenticular.

«Es un objeto o fenómeno extremadamente interesante, y se calificaría como un OVNI propiamente tal»,

concluye el informe del ‘caso Collahuasi‘, puesto que les ha sido imposible esclarecer la naturaleza del objeto después de analizar las imágenes con varios filtros.

FUENTE DE ENERGÍA

Sin embargo, sí han afirmado que no han encontrado zonas sólidas y que el objeto tiene en su parte inferior una

«fuente de energía muy poderosa que puede observarse a plena luz del día»,

que emite más luz que la que se esperaría del reflejo del sol.

El director de la CEFAA, Ricardo Bermúdez, aclaró en el periódico chileno ‘La Tercera’, que su misión no consiste en decidir si ese objeto es de origen extraterrestre.

«Son fenómenos aéreos anómalos que no tienen explicación de acuerdo a la ciencia disponible para su análisis».

Desde que el organismo fuera fundado en 1998,

«solo el tres por ciento de los casos se corresponde a un fenómeno aéreo sin explicación científica»,

aseguró el responsable del organismo en el periódico chileno.

La mayoría de los fenómenos se corresponde con planetas, meteoritos, globos aerostáticos, aviones, satélites y fenómenos meteorológicos.En los últimos cuatro años, han resuelto 236 casos y solo el año pasado recibieron 1.000 consultas.

Entre su personal, hay 30 personas entre miembros de las fuerzas armadas, meteorólogos, investigadores de accidentes, policías, ingenieros, pilotos y especialistas en aeronáutica.

 

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