Este sistema de transporte espacial profundo será impulsado por enormes paneles solares y utilizará probablemente propulsión solar eléctrica o propulsión iónica
La NASA se ha fijado como meta la exploración de Marte, un viaje de más de dos años que hará historia, y que se quiere realizar a partir de 2030.
La compañía Boeing, contratista principal del cohete gigante SLS capaz de llevar en el futuro a los humanos a Marte, ha producido un vídeo en el que destaca que los niños de hoy serán los primeros exploradores de nuestro planeta vecino.
COMPLEJO ROMPECABEZAS
Pero el cohete es sólo una parte de un complejo rompecabezas que incluye la recién probada cápsula espacial Orion. En el vídeo, el director de Sistemas de Exploración Espacial de Boeing, Michael Raftery, destaca que en total son necesarias seis piezas en la misión para poder ir y volver a Marte
La siguiente pieza que será necesaria es un sistema que adentre la misión en el espacio profundo, más allá de la Luna. Será una gran nave espacial que transporte a su destino a Orion y el resto del equipo.
Este sistema de transporte espacial profundo será impulsado por enormes paneles solares y utilizará probablemente propulsión solar eléctrica o propulsión iónica. «Utilizará la energía del sol para conducir el sistema de propulsión, y la nave lucirá como un velero», explica Raftery.
GRAVEDAD ARTIFICIAL
Unido al velero estará el «hogar» donde vivirá la tripulación, que previsiblemente girará para proporcionar a bordo algún tipo de gravedad artificial, y evitar así que sus huesos y músculos se degraden demasiado en la prolongada misión.
Las dos últimas partes necesarias para el trabajo son un módulo de aterrizaje y un escudo térmico inflable. El enorme escudo térmico inflable, diferente del que Orion utiliza para volver a la Tierra, los llevará con seguridad a la superficie de Marte.
La NASA ha estado probando la tecnología para soportar el calor combinada con un sistema de desaceleración mediante retrocohetes. Este sistema permitirá que el módulo de aterrizaje llegue a la superficie tras desprenderse del escudo térmico.
Finalmente, una vez que sus operaciones hayan concluido, los astronautas utilizarán un ‘pequeño cohete’ para volver al hábitat en órbita y, en última instancia, a la Tierra. «Creo que vamos a ser capaces de colonizar Marte algún día», profetiza Raftery.
«Se puede tardar cientos de años, pero eso no es inusual en los propósitos de los seres humanos».