El descubrimiento del espacio sigue dando pasos avanzados. A pesar de que aún no se ha logrado descubrir planetas habitables o desvelar los misterios de los agujeros negros, la ciencia está permitiendo conocer de cerca aquellos planetas, estrellas y satélites que antes parecían inalcanzables. Así lo ha demostrado una vez más la NASA de la mano de la sonda solar Parker, una apuesta por conocer el Sol y que ha logrado la máxima aproximación de la historia de la humanidad.
El 29 de enero pasará a la historia porque fue cuando la sonda solar Parker ‘rozó’ el sol en su cuarto sobrevuelo de nuestra estrella rey. Los científicos destacan que se trata de la primera maniobra de este estilo, que es conocida por los expertos como perihelio. La nave espacial ha completado desde su aproximación a Venus en diciembre, una maniobra que redujo la órbita de la sonda.
En otras palabras, la asistencia gravitatoria significa que Parker Solar Probe rompió su propio récord en cuanto a lo más cerca que una nave espacial ha estado del Sol, ya que la sonda continuará haciéndolo repetidamente en el transcurso de su misión de siete años.
La trayectoria de la sonda solar Parker llevó la nave espacial a una distancia aproximada de 18,6 millones de kilómetros del Sol, más de 5 millones de kilómetros más cerca que los sobrevuelos anteriores.
Antes del lanzamiento en agosto de 2018 de Parker Solar Probe, ninguna nave espacial había llegado a menos de 43 millones de kilómetros del Sol, un récord establecido por la misión Helios 2 en 1976.
