Los fluidos ácidos, que una vez discurrieron sobre la superficie marciana, habrían destruido la evidencia biológica oculta dentro de las arcillas ricas en hierro de Marte.
Se trata de un nuevo desafío considerable a considerar por los científicos que estudiar los suelos del planeta rojo en busca de signos de vida, advierten investigadores de Cornell y del Centro de Astrobiología de España.
Los investigadores realizaron simulaciones con arcilla y aminoácidos para sacar conclusiones sobre la probable degradación del material biológico en Marte.
El rover Perseverance de la NASA, lanzado el 30 de julio, aterrizará en el cráter Jezero de Marte el próximo febrero, mientras que el rover Rosalind Franklin de la Agencia Espacial Europea se lanzará a fines de 2022.
La misión Perseverance recolectará muestras de suelo marciano, que volverá a la Tierra para la década de 2030 en misiones futuras.
El rover Rosalind Franklin perforará la superficie marciana, recolectará muestras de suelo y las analizará in situ.
En la búsqueda de vida en Marte, los suelos arcillosos de la superficie del planeta rojo son un objetivo de recolección preferido, ya que la arcilla protege el material orgánico molecular del interior.
Sin embargo, la presencia pasada de ácido en la superficie puede haber comprometido la capacidad de la arcilla para proteger la evidencia de vida anterior.
«Sabemos que fluidos ácidos fluyeron en la superficie de Marte en el pasado, alterando las arcillas y su capacidad para proteger los orgánicos», explica en un comunicado Alberto G. Fairén, científico visitante del Departamento de Astronomía de la Facultad de Artes y Ciencias de Cornell, autor correspondiente del estudio.
En el laboratorio, los investigadores simularon las condiciones de la superficie marciana con el objetivo de preservar un aminoácido llamado glicina en la arcilla, que había estado previamente expuesta a fluidos ácidos.
«Usamos glicina porque podría degradarse rápidamente bajo las condiciones ambientales del planeta», dijo. «Es un informador perfecto para decirnos qué estaba pasando dentro de nuestros experimentos».
Después de una larga exposición a radiación ultravioleta similar a la de Marte, los experimentos mostraron fotodegradación de las moléculas de glicina incrustadas en la arcilla. La exposición a fluidos ácidos borra el espacio entre capas y lo convierte en una sílice similar a un gel.