La NASA volverá a enviar a astronautas a la superficie de la Luna.
La misión, que está prevista para 2024, es una actualización del Plan Artemisa, tras una serie de adjudicaciones de contratos críticos e hitos de ingeniería.
No se descarta que la llegada a la Luna pueda realizarse a bordo de un aterrizador dispuesto previamente en órbita, o atracando previamente en el puesto de avanzada orbital Gateway si ya está disponible, y acceder desde allí en un aterrizador.
«En 2024, Artemisa III será el regreso de la humanidad a la superficie de la Luna, aterrizando los primeros astronautas en el Polo Sur lunar. Después del lanzamiento en SLS, los astronautas viajarán alrededor de 350.000 kilómetros a la órbita lunar a bordo del Orion, momento en el que abordarán directamente uno de los nuevos sistemas comerciales de aterrizaje humano, o atracarán en el puesto de avanzada orbital Gateway para inspeccionarlo y recolectar suministros antes de abordar el sistema de aterrizaje para su expedición a la superficie», explica el plan actualizado, que se publica 18 meses después del encargo del presidente Trump.
Una vez en superficie, con trajes espaciales que permiten una mayor flexibilidad y movimiento que los de sus predecesores Apolo, los astronautas recolectarán muestras y realizarán una variedad de experimentos científicos en el transcurso de casi siete días.
Usando el módulo de aterrizaje, regresarán a la órbita lunar antes de regresar a la Tierra a bordo del Orion.
Antes de esta misión de 2024, habrán volado al espacio Artemisa I, con el cohete SLS y la cápsula Orion sin tripulación, en un viaje de ida y vuelta al vecindario lunar en 2021, seguida de Atemisa II, ya con astronautas y operaciones de aproximación a la superficie lunar en 2023.
Mientras se preparan y llevan a cabo estas misiones de prueba de vuelo, la NASA pretende una avanzada robótica, utilizando servicios de entrega comercial para enviar docenas de nuevas investigaciones científicas y demostraciones de tecnología a la Luna dos veces al año a partir de 2021.
En cuanto a Gateway, la NASA integrará los dos primeros componentes para el lanzamiento, el elemento de potencia y propulsión y el puesto avanzado de habitación y logística, en 2023.
Esta base para el Gateway podrá operar de forma autónoma, realizando experimentos científicos remotos cuando los astronautas no estén a bordo.
La NASA ha seleccionado los dos primeros conjuntos de instrumentos científicos para realizar investigaciones del clima espacial en la órbita lunar antes de las visitas de la tripulación.