El caso de Kendra Sunderland, detenida por grabar un vídeo porno en la biblioteca de la Universidad Estatal de Oregon, da un nuevo giro.
Según da cuenta el portal ‘Inquisitr‘, la joven de 19 años, -a resultas del examen de la grabación-, mantenía en realidad una sesión de cibersexo en directo en la que participaban varias personas, a través del popular chat ‘Reptcams‘.
CARGOS
Su intención, por tanto, no era grabar la cinta porno en cuestión, aunque el dato de cara a los cargos que afronta no cambian para nada la petición del fiscal de caso: un año de cárcel y 6.000 dólares de multa por indecencia en público.
La grabación porno de Kendra, que según medios internacionales dura alrededor de 30 minutos, fue subido a la página de vídeos para adultos PornHub, de donde fue retirado presuntamente por no haber sido subido por la joven.