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Las 7 cosas que los hombres desean y que nunca confiesan a sus parejas

Estar en una relación te da muchas cosas buenas pero te quita otras, como la libertad de expresar libremente lo que quieres

Las 7 cosas que los hombres desean y que nunca confiesan a sus parejas
Sexo en imaginación TV

Mi esposa tiene fantasías de violación, y me encanta, pero deseo enormemente que intentase dominarme alguna vez

Estar casado lleva implícito adecuarse a unas normas de conducta. ¿Las más importantes? Guardar fidelidad a la pareja y saber callarte ciertas cosas. Unos maridos ejemplares lo saben, y han revelado a ‘Redbook’ y a ‘Prevention’ lo que nunca le contarían a sus esposas.

Son cosas que anhelan pero que no se atreven a manifestar delante a sus mujeres.

1) «Sueño con un trío con mi mujer y su amiga»

«A veces tengo una fantasía donde mi esposa invita a su mejor amiga, tomamos unas copas y luego ella comienza a contarle (delante de mí) cómo me gusta que me haga sexo oral y de qué manera me gusta hacer el amor. Entonces, ambas se ponen de rodillas. Mi mujer le dice a su amiga todo lo que tiene que hacer y cómo hacerlo. Obviamente, nunca le he contado esta fantasía a mi esposa, me mataría», dice Joe, de 35 años.

2) «Quiero que me hagas el beso negro»

El sexo anal tiene muchas varas que tocar. Una de ellas es el beso negro, algo que le gusta a muchos hombres, pero no todos se atreven a pedirlo. Es el caso de Brian (29), que cuenta así su situación: «Una vez, mi esposa me lamió los testículos y tenía la esperanza de que bajara hacia abajo, pero no lo hizo. Una vez besé su ano, lo hice porque quise, pero también porque pensé que sería un mensaje claro que indicara que me gustaría que ella me lo hiciera a mí. Pero no le gustó; me dijo que parase, cree que toda esa zona está sucia. Mis ex solían hacérmelo, y aunque me alegro de que esas relaciones ya hayan acabado, lo hecho de menos».

Nuestra vida sexual es genial, pero hay una fantasía que tengo: quiero tener sexo con mi esposa mientras sus amigos nos miran

3) «Que me digas que me quieres»

La magia del amor se va apagando de manera proporcional a los años de convivencia. Y la mayoría de hombres echan de menos que sus mujeres les digan que les quieren y aprecian. Esos mensajes cariñosos que al principio de la relación son diarios, con el tiempo se convierten en ocasionales. Así lo detalla la investigación recogida por ‘Prevention’.

4) «Quiero hacerlo mientras miran sus amigos»

Ser observado mientras uno mantiene relaciones sexuales es algo que le gusta a muchas personas. El problema es que al estar en una relación, solo puedes llevar a cabo esta fantasía con tu pareja (si tienes una relación cerrada). Y, claro, decirlo no es siempre fácil. Lo cuenta Jim, de 39 años: «Nuestra vida sexual es genial, pero hay una fantasía que tengo: quiero tener sexo con mi esposa mientras sus amigos nos miran. A veces, cuando tenemos relaciones, dejo las persianas del dormitorio abiertas, a pesar de que conozco a los vecinos. No obstante, lo que más me excita sería eso, hacérselo con la puerta abierta bajo la mirada de todos sus amigos».

5) «Me preocupa dejar de excitarte»

Aunque ellos parezcan muy seguros de sí mismos y de su virilidad, las esposas deben hacerles sentir hombres sexualmente competentes, y viceversa obvio. Si él siente que su mujer no se siente atraída por él, es más probable que recurra a la infidelidad para recomponer su ego. A la mayoría les encantaría decir en voz alta: «Cariño, dime lo mucho que te gusta acostarte conmigo y que me deseas. Quiero que me hagas sentir que sigo siendo aquel que te volvía loca en la cama».

6) «Las tías que me gustan no se parecen a ella»

Suele ocurrir: nuestro prototipo de pareja ideal no se parece en nada a la que tenemos. Pero, obvio, nunca lo diríamos. Lo mismo ocurre con el prototipo sexual de cada uno: al que le encantan las rubias de pechos grandes suele estar casado con una morena delgadita, y a la mujer que le encantan los hombres deportistas normalmente está comprometida con un tipo con barriga. Algo parecido le ocurre a Christian, de 41 años, pero nunca se lo diría a su esposa: «No veo mucho porno, pero tengo unos cuantos videos guardados en mi ordenador, y ninguna de las mujeres que me excitan se parecen a mi mujer. Ella es hermosa, alta, tiene buen cuerpo y el cabello rubio. No obstante, las chicas de los vídeos que veo son más corpulentas y tienen los pechos muy grandes. También me gustan las asiáticas. Ojo, me encanta estar casado con mi esposa. El porno es solo fantasía, pero no creo que me entendiese».

7) «Quiero que me domine»

«Mi esposa tiene muchas fantasías de violación, y me encanta jugar con ella, pero deseo enormemente que intentase dominarme alguna vez. Y no me refiero a que me pegase, sino a que tratase de ser más agresiva, que pusiera un dedo dentro de mí o que me agarrase los brazos cuando mantenemos relaciones sexuales, asevera Craig, un marido de 31 años.

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