ESCÁNDALO EN REINO UNIDO

Lady Beth Douglas, hija del marqués de Queensberry y prostituta cocainómana en Twitter

Lady Beth Douglas, hija del marqués de Queensberry y prostituta cocainómana en Twitter
Lady Beth Douglas, el Marqués de Queensberry y el macarra Jenan Karagoli. EP

Tremendo. La historia podría ser perfectamente el guión de una esas películas sórdida Serie B de adolescentes problemáticos.

Desde hace unos días, el Brexit tiene firme competidor en las tertulias de Reino Unido: el fallecimiento de Lady Beth Douglas, hija del marqués de Queensberry, quien fue encontrada sin vida tras sufrir una sobredosis de heroína y cocaína

Apenas una adolescente, Lady Beth falleció durante una exclusiva fiesta celebrada en Notting Hill, un barrio donde las casas pueden alcanzar los 25 millones de libras. Douglas se encontraba en el piso de un conocido traficante de drogas.

Lo que todos pensaron que era un sueño profundo fruto de las drogas se reveló como un fallo cardiaco de la joven. Fue su novio, Jenan Herzos Karagoli, quien llamó a los servicios de emergencia, según publica «Daily Mail».

No es la primera vez que una joven de la jet londinense muere por una sobredosis. Pero todo lo que rodea los últimos meses de vida de Lady Beth convierten el caso en el favorito de los tabloides británicos.

En 2016, recibió una beca que la reconocía como una de las mejores jóvenes violinistas del país. Antes de morir, anunciaba sus servicios como prostituta en Twitter.

Tras su muerte, ha salido a la luz que Lady Beth sufrió anorexia y recibía tratamiento por un trastorno bipolar.

Además, unos meses antes había empezado a anunciarse en las redes sociales como prostituta, publicando imágenes en lencería y de sus «esclavos», clientes que, al parecer, contrataban sus servicios como dominatrix.
Descenso a los infiernos

Fuentes cercanas a la joven aseguran a «Daily Mail» que Lady Beth comenzó a coquetear con las drogas a los 15 años, cuando dejó la música. Entonces, consumía cannabis, MDMA y cocaína, además de consumir ingentes cantidades de alcohol. En 2016, fue ingresada en un centro de desintoxicación.

De poco sirvió. Tras dejar el centro, según su exnovio, siguió consumiendo tanto cocaía como MDMA, que mezclaba con diversos medicamentos recetados por sus médicos.

En diciembre del año pasado, abrió una cuenta de Twitter llamada Goddess Candy donde ofrecía sexo por webcam por 20 libras o vendía su ropa interior por 30.

Con sus striptease a través de Skype llegó a ganar unas 500 libras, pero no era suficiente. Así, pasó a buscar clientes en diversos pubs de Londres cercanos al parque Westbourne.

Para entonces, su novio asegura que estaba todo el día colocada por la cocaína y que llevaba los clientes al piso que compartían.

Una trágica historia en una familia, a de los Queensberry, a la que desde hace siglos se le achaca una maldición por la cantidad de muertes inexplicables ocurridas a sus miembros.

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