Hoy, 1 de enero, PERIODISTA DIGITAL inicia una nueva sección-suplemento mezcla de bitácora de viaje y estudio psicológico de campo con el objetivo de que, a través de varios reporteros del diario recorriendo en moto la geografía, tomar el pulso a la España alejada de las autopistas y autovías, a los pueblos, sus habitantes y sus monumentos.
Y El Toro de Osborne, indultado por el Gobierno a finales de los ochenta cuando la ley prohibió las grandes vallas publicitarias a los lados de las carretera, representa esa España Olvidada.
Las primeras siluetas aparecieron en 1961. Eran soporte publicitario del cognac Veterano. Enseguida se convirtió en emblema nacional.
La polémica se zanjó definitivamente en 1997, cuando el Tribunal Supremo dictó que:
“debe prevalecer, como causa que justifica su conservación, el interés estético o cultural que la colectividad ha atribuido a la esfinge del toro.”
El toro de la imagen figura en el km 96 de la antigua N-VI.