(PD/Agencia EFE).- La Comisión Europea negó este miércoles a la aerolínea Ryanair su autorización para adquirir a Aer Lingus, su principal rival en el sector. La Comisión justificó la medida por el perjuicio que ocasionaría a los consumidores la aparición de un monopolio en las rutas aéreas con origen y destino en Irlanda.
El Ejecutivo comunitario explicó que la fusión de las dos aerolíneas líderes del mercado irlandés, que actualmente compiten entre sí, reduciría las opciones y, probablemente, elevaría los precios para más de 14 millones de pasajeros que viajan anualmente a y desde Irlanda.
En un comunicado, Bruselas recalcó que las soluciones propuestas por Ryanair no son suficientes y aludió, en concreto, al reducido número de derechos de vuelo («slots») ofrecidos, que no podrían compensar la disminución de la competencia ejercida por cada una de las aerolíneas sobre la otra.
Ryanair apelará la decisión
El mismo día, Ryanair anunció que apelaría la decisión de la Comisión Europea. La compañía confía en que esta prohibición sea finalmente anulada teniendo en cuenta que es la primera vez que la Comisión Europea prohíbe la unión de dos compañías que juntas cuentan con menos de un 5% del mercado europeo.
Asimismo, la aerolínea recalcó que esta también es la primera vez que la CE prohíbe una fusión «tras 20 años de política que fomenta la concentración de aerolíneas» y apuntó que además sería la primera vez que la compra de una aerolínea europea supusiera una garantía de reducción de tasas.
La aerolínea consideró que esta decisión deja a Aer Lingus como una compañía «pequeña y periférica», que «no puede competir con Ryanair en precios o puntualidad» desde Dublín, mientras que el resto del sector europeo se consolida.
El presidente de la compañía de bajo coste, Michael O’Leary, apuntó que el precio de las acciones de Aer Lingus está «notablemente por debajo» de los 2,80 euros de los títulos de Ryanair y consideró que de esta manera se niegan a los clientes las «tarifas bajas y la eliminación del recargo por combustible, lo que les supone un gasto ulterior de más de 100 euros a cada uno».
A este respecto, O’Leary instó a la compañía de bandera irlandesa a bajar sus tarifas y a abolir los recargos por combustible y aseguró que mientras tanto Ryanair seguirá «creciendo, ofreciendo tarifas inferiores y batiendo a Aer Lingus en cuanto a precio y puntualidad». «Estamos intentando que la Corte Europea dé marcha atrás en esta prohibición ilegal y sin precedentes», destacó el presidente de Ryanair.
Kroes explicó que lo que diferencia esta fusión de otras en el sector aéreo –como la de Air France-KLM o Lufthansa-Swiss– es que las dos aerolíneas están basadas en el mismo aeropuerto, el de Dublín, lo que hace que se solapen en un gran número de rutas. «La consolidación del sector aéreo debe producirse de una manera que beneficie a los consumidores y no a costa de éstos», concluyó Kroes.