Haciendo negocios en el Ártico

(PD).- Honningsvag es la ciudad más septentrional de Europa, una localidad noruega que se asoma al Círculo Polar y que cada vez atrae a más turistas de todo el mundo. Gloria Pamplona y José Mijares, una zaragozana y un palentino con larga experiencia como guías turísticos, decidieron apostar por este lugar remoto, a 5.000 kilómetros de España y llevaron hasta allí su proyecto: un local a cinco grados bajo cero donde el protagonista absoluto fuese el hielo.

Desde las mesas hasta las sillas, pasando por las paredes, la barra del bar o su logotipo «recrean la experiencia del Ártico durante los meses de verano», explica Pamplona desde Honningsvag. «La zona tiene muchas posibilidades de negocio».

Thaïs Gutiérrez publica en su artículo de ADN.es , que en 2004 y después de muchas peripecias abrieron su local, el primer ice bar de Noruega. «Cuando decidimos abrir el bar sólo existía uno similar en Europa y estaba en Estocolmo, así que fue una verdadera revolución para la zona», dice Pamplona.

La experiencia ha resultado ser agotadora pero muy satisfactoria. «Hemos tenido tantos problemas que hoy cuando pensamos en ello decimos que nunca volveríamos a empezar esta aventura», reconoce Pamplona. Sin embargo, ahora dice que «ha valido la pena».

«No es un local normal»

Desde la apertura del Ártico Ice Bar, la idea gustó. El local ganó el premio al Mejor Proyecto Turístico del Norte de Noruega el año de su inauguración y ahora, después de una inversión de más de 600.000 euros, el negocio marcha bien, según los responsables. «Lo que ofrecemos no es un bar normal para tomar algo», explica Pamplona, «sino una experiencia ártica interactiva, una ventana al invierno del norte. Aquí sólo hay hielo, nieve y pieles de reno», comenta.

Gloria y José decidieron ampliar su negocio y además del bar, han instalado una tienda en la que venden souvenirs relacionados con elÁrtico, ampliando así su facturación y sus clientes. Su negocio incluye también la organización de viajes al Círculo Polar Ártico y asesoran y realizan construcciones de hielo para cualquier empresa interesada, ahora que se han convertido en expertos del frío. El bar está abierto de abril a septiembre y los meses de invierno los dedican a promocionar su negocio por toda Europa.

LA GRAN AMENAZA DEL CAMBIO CLIMÁTICO

El calentamiento del planeta con el consecuente deshielo de las zonas polares puede ser un grave problema para el negocio de Gloria Pamplona y José Mijares en el Ártico. Hasta ahora, todo el hielo de su local lo extraen de unos lagos situados en el interior de Laponia donde las temperaturas rondan los -30º en invierno. Pero ambos emprendedores reconocen su preocupación por la constante subida de temperaturas que están sufriendo estas zonas del planeta. «Es obvio que si las temperaturas siguen subiendo tendremos problemas porque los lagos no se congelarán como lo hacen ahora», confiesa Pamplona.

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