(PD).- Los viajes turísticos al espacio serán una realidad a finales de 2009. La compañía Virgin Galactic tiene todo listo para que a partir de esa fecha comiencen a despegar sus primeros vuelos suborbitales comerciales.
Cualquier persona que disponga de la salud y el dinero suficientes (cada billete costará exactamente 200.000 u$s) se podrá convertir en astronauta por un día. Eso sí, la experiencia será breve: permanecerán en el espacio, a 110 kilómetros de altura, sólo unos cuatro minutos. Tiempo suficiente para poder contemplar la curvatura de la Tierra desde el exterior.
En Argentina, la agencia de turismo Biblos Travel, especializada en viajes exóticos y de ultralujo, se acaba de convertir en un “agente espacial autorizado” de Virgin Galactic. Un privilegio que por ahora sólo tienen unas pocas agencias en el mundo. De esta forma, será la representante oficial para promocionar y comercializar los viajes espaciales de Virgin Galactic en el país.
Con todo, parece que habrá argentinos en la selecta lista de los primeros turistas espaciales. Sergio Durante, presidente de Biblos Travel, contó a El Cronista que ya hay tres argentinos interesados –uno de ellos vive actualmente en los Estados Unidos– y con firmes intenciones de viajar. Solamente están esperando que se pongan en venta los tickets.
“Son viajes que apuntan a una élite. Es para personas entusiastas, que ya han hecho de todo en su vida y tienen un espíritu aventurero”, señala Durante. “Calculo que en la Argentina se podrán vender a unas 10 o 15 personas. Sinceramente creo que, a pesar del precio, va a ser un éxito. Es un suma de dinero muy alta, pero acá hay personas que cuando viajan gastan ese mismo dinero. Recuerdo el caso de una familia argentina que desembolsó u$s 200.000 para realizar un crucero de un mes en un barco de lujo que partía de Kenia y llegaba a Singapur”, agrega.
Viaje a las estrellas
Virgin Galactic, propiedad del multimillonario británico Richard Branson, ya adelantó cómo serán sus viajes. La aventura comenzará en un espacio-puerto construido en el desierto de Mojave (en Nuevo México, Estados Unidos) desde donde despegará una nave –Space Ship 2– que viajará a una velocidad de 4000 kilómetros por hora, más de tres veces la del sonido, a 110 kilómetros de altura. El vuelo durará dos horas (entre despegue y aterrizaje) y por cuatro minutos sus tripulantes podrán flotar en la nave, cuyo interior fue diseñado por Philippe Starck, y ver la Tierra desde sus ventanillas.
“Vender viajes al espacio es el desafío más grande de mi carrera. La frutilla del postre después de décadas de trabajo en el negocio del turismo”, dice Durante. Aunque por su costo durante muchos años los vuelos serán exclusivos para millonarios, desde la empresa Virgin Galactic ya estiman que su precio descenderá significativamente en las próximas décadas hasta llegar a los u$s 50.000.
Los primeros 100 turistas espaciales –entre los que estará el científico Stephen Hawking– además de pagar u$s 200.000 deberán ser especialmente invitados por la empresa aérea.
