«Se ruega a todos los pasajeros que enciendan el movil»

(PD).- Hasta ahora, el ritual era sencillo. Se encendía una luz sobre los asientos del avión para recordar el uso del cinturón de seguridad y al mismo tiempo la megafonía rogaba la desconexión de los móviles.

Por delante quedaban horas de vuelo en silencio relativo, sin tonos ni politonos, sin el bip-bip de mensajes ni conversaciones indecorosas que todos escucharían.

Explica Beatriz Portinari en El País que, sin embargo, las reglas del juego han cambiado. Desde que el pasado abril la Comisión Europea dio luz verde al uso de móviles para mandar mensajes de texto y correos electrónicos durante el vuelo, las aerolíneas se han lanzado a una carrera tecnológica para ofrecer primero y mejor ese servicio, que todavía no está disponible en la mayoría de las rutas que cruzan Europa.

En Estados Unidos, American Airlines lo ofrece desde el 20 de agosto. Hasta ahora, este país era el más reticente a permitir el uso del móvil en el avión, no por miedo a interferencias, sino a la «ira aérea» que podría provocar un vuelo de varias horas con docenas de viajeros conversando a la vez y en voz alta. La posibilidad de apagar las comunicaciones en vuelos nocturnos, limitar el tráfico de llamadas a un máximo de 12 simultáneas y la mano izquierda de la tripulación ayudaría a evitar protestas a bordo, según algunas de las propuestas que se manejan por la Comisión y las compañías.

La normativa europea obligará a desactivar la conexión durante el despegue y el aterrizaje, esperar a 3.000 metros de altura para activarla y establecer una frecuencia común de 1.800 megahercios para móviles GSM, que se empleará en los 27 países.

Esto implica, en la práctica, que al cruzar fronteras europeas no será necesario un permiso adicional para usar el celular. La certificación de la Comisión Europea asegura, además, que la tecnología (micro-antena y conexión vía satélite) será la misma para todas las flotas aéreas, por lo que se mantienen las condiciones de seguridad en todas las aerolíneas. Sin embargo, queda un asunto pendiente. ¿Cómo combatir la hipotética «ira aérea» de viajeros indignados?

Europa asegura que su función sólo consiste en «crear las condiciones técnicas y legales. Mientras la seguridad esté garantizada, la forma en que estos servicios son ofrecidos dependerá del sector privado».

Sólo «recomienda» la desconexión -que dependerá de los pilotos- en vuelos nocturnos y turbulencias, advertir a los pasajeros que usen el modo «silencio» y designar un «área tranquila» dentro del avión donde el teléfono esté prohibido. Claro que pretender esto en un pasillo de 25 metros separado por una cortinilla suena a chiste.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído