(PD).- El declive del turismo en España se prolonga ya durante once meses -de marzo de 2008 a enero pasado- y mantiene activadas las alarmas en el sector. El número de viajeros cae sin solución de continuidad.
La intranquilidad ha cundido entre los profesionales porque a la reducción de las reservas de cara a Semana Santa se suma una brusca caída de las pernoctaciones (un 16% menos) en los hoteles y del grado de ocupación por plazas y habitaciones (-22%).
Los resultados de enero son los peores en los últimos 17 años. Sólo en abril del año pasado hubo un descenso de esta magnitud: los viajeros se redujeron un 14% y las pernoctaciones, un 19% respecto al mes de abril de 2007.
En la larga entrevista que Cristina Jimñénez Orgaz le hace este domingo a Joan Mesquida en ABC, el secretario de Estado de Turismo reconoce casi compungido que «el sector turístico no es un oasis» dentro del desastre económico que nos aflige:
«En función de la duración de la crisis tendremos unos resultados mejores o peores y en este punto hay que tener en cuenta que el turismo no es un oasis dentro de la situación económica y le afectará también. La verdad es que 2008 comparado con el año anterior, que fue el mejor de la historia, ha tenido una caída del 2,6%, pero aún así, recibir 57,4 millones de turistas es muchísimo.»